CD. VICTORIA, TAM. Con un cielo despejado y un sol radiante, Ciudad Victoria se vistió con sus mejores galas para celebrar el Día de los Muertos.
A diferencia de lo vivido desde inicio hasta el fin de la pandemia, miles de familias abarrotaron los panteones y festivales escolares y plazas públicas, para crear una atmósfera llena de emociones encon- tradas, entre llanto, risas y música.
El aire se llenó con mezcla de aromas de flores frescas, velas encendidas y la esperanza de volver a conectar con seres queridos que han partido.
Este 2 de noviembre se convirtió en un día con recuerdos, tradición y emoción que trajo consigo la magia que rodea a todo México en esta festividad tan especial.
Aunque ha pasado tiempo desde el fin de la pandemia, este Día de los Muertos realmente se sintió como antes del 2019, con esa magia que envuelve a todo México por el regreso de nuestros seres queridos y la nostalgia de reunir incluso a familiares que viajan desde lejos para conmemorar a sus seres queridos.
*LA GUITARRA, EL ACORDEÓN Y EL TOLOLOCHE*
En un rincón del panteón de la Cruz, Berna y Gustavo, junto con el nieto de uno de ellos, recorren el cementerio desde tempranas horas para dar sere- natas a los difuntos en su día.
LA MÚSICA DE MARIACHI, hizo cantar a vivos al celebrar a los muertos “Te vas, ángel mío” y “Dos coronas a mi madre”
son de las canciones más solicitadas, a 200 pesos por serenata o 70 pesos por canción.
El sonido de las guitarras, acordeones, tololoches y las voces llenaron el aire, recordando a los seres queridos que han partido.
*LAS FLORERÍAS RESUCITAN CON MEJORES VENTAS EN AÑOS*
Los panteones municipales de la Cruz y del Cero Morelos, junto con los cementerios privados, son testigos de la congregación de miles de familias que lle- gan para visitar a sus seres queridos en este día especial.
Con el sol ascendiendo en el cielo, las tumbas y altares bellamente decorados comienzan a brillar en una exhibición de colores y emociones.
Las florerías, que han enfrentado tiempos difíciles durante el año, ven un respiro en sus ventas.
Este Día de los Muertos, experimentan un au- mento sorprendente de más del 70 por ciento.
Las calles aledañas a los panteones se llenan de personas que buscan el toque final para honrar a sus seres queridos: ramos de cempasúchil, rosas, crisan- temos y caléndulas se despliegan en una profusión de colores.
El murmullo de conversaciones y risas comparti- das entre las familias se mezcla con el suave tintineo de campanas y las melodías de mariachis y tríos que interpretan canciones rancheras y boleros, añadien- do una atmósfera de serenata a la ocasión.
Las mesas de comida se preparan para recibir a los visitantes hambrientos, ofreciendo tamales, atole, pan de muerto y las deliciosas calaveras de azúcar.
El Día de los Muertos es una festividad llena de tradición y significado en la cultura mexicana, y Ciudad Victoria no es una excepción.
Las familias se reúnen alrededor de las tumbas de sus seres queridos, compartiendo anécdotas y recuerdos.
Lacreatividadyladevociónde familiasserefle- jan en los altares bellamente decorados. Las ofrendas incluyen fotografías, comida, bebidas y objetos personales de los difuntos. Cada detalle es un tributo al amor y el respeto que los vivos sienten por aquellos que ya no están con ellos.
En los panteones municipales, la música y el fol- clore tradicional se unen para dar vida a esta cele- bración única.
Los visitantes pudieron ver representaciones tea- trales, danzas folclóricas y ofrendas especiales a per- sonalidades célebres de la ciudad que han partido, todo con un toque de autenticidad y pasión que solo los mexicanos saben transmitir.
La ciudad se vistió de color y emoción en este Día de los Muertos, donde el pasado y el presente se en- trelazan en un abrazo cálido y conmovedor.
En esta festividad, los vivos celebraron a los muertos con amor y alegría, manteniendo viva una tradición que sigue siendo el alma de México.
POR RAÚL LÓPEZ GARCÍA