TAMPICO, TAM.- Todos los años, cada 2 de noviembre, la familia de Don Roberto Valdéz se reúne en su tumba para convivir en ese lugar, recordando su vida.
Llevan suficiente alimento y permanecen varias horas, platicando como lo hacían cuando su ser querido estaba vivo.
La tumba de Don Roberto, en la que está acompañado de su esposa, está a un costado del pasillo central del pantéon de la avenida Hidalgo.
El sepulcro se distingue por una cruz en forma de ancla ya que Don Roberto fue pescador y era residente de la colonia Morelos.
Su hijo, Jorge Alberto Valdéz manifestó que tanto él, su esposa, sus hijas y nietos fueron al cementerio para acompañar a sus seres queridos fallecidos en ese día tan especial.
“Mis hijas fueron a Walmart, ellas se encargan de pintar, aquí nos pasamos varias horas, comemos aquí, es bien bonito, por eso traigo a los nietos para cuando faltemos nosotros”, expresó.
Dio a conocer que su padre falleció trágicamente tras caer al mar desde un barco y su cuerpo fue rescatado con unas redes de pescar.
Él también sufrió un accidente en el cual perdió una pierna pese a lo cual sigue adelante para continuar visitando a sus padres.
POR BENIGNO SOLIS