CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Tras varias horas que le robaron su vehículo, un universitario logró ubicar al responsable a quien persiguió por varias cuadras hasta que finalmente, este se estrelló contra la barda de un domicilio, para después descender y seguir corriendo su huida.
Cerca de las 11 de la mañana, se solicitó la presencia de las autoridades en la calle Camino Real A Tula a espaldas de las instalaciones del DIF donde se hallaba una persona víctima de robo.
Agentes de la Guardia Estatal llegaron en poco tiempo hasta esa zona donde había un poste de Telmex partido a la mitad y un carro Nissan Tsuru impactado contra una vivienda.
Elementos se entrevistaron con un joven de alrededor de 25 años de edad quien se identificó como propietario del carro accidentado.
Dijo en su uniforme que al filo de las 6:50 de la mañana llegó a la UAT y estacionó su Nissan color rojo a espaldas del salón donde tomó clases.
Dijo que al pasar media hora, un compañero le dijo que su carro se lo había llevado un desconocido, por lo que de inmediato denunció a través de redes sociales, proporcionando su teléfono y fotografías de la unidad.
Pese a que algunas llamadas solo fueron para tratar de extorsionarlo, hubo una que le dio pistas importantes, para su localización.
El anónimo le dijo que un carro con las mismas características lo había visto por el sector de Las Vegas De Treto, lugar a donde de inmediato se trasladó en compañía de su hermano.
Luego de recorrer varias cuadras de esa colonia, la victima finalmente se topó con su carro cuando era conducido en solitario por otro sujeto.
Fue cuando inició la persecución que solo duraría un par de minutos ya que, el amante de lo ajeno, al circular por el Camino Real a Tula perdió el control y chocó con un poste de manera el cual derribó.
Luego del impactó el vehículo siguió su loca carrera hasta estrellarse de frente con la barda de un domicilio.
Al quedar la unidad embancada, el conductor bajó rápidamente y se echó a correr sin que pudiera ser alcanzado por su víctima que se llevó una segunda desagradable sorpresa ya que al inspeccionar dentro del auto se percató que le faltaba una computadora y equipo de sonido valorado en 35 mil pesos.
La escena fue acordonada por elementos de la Fiscalía quienes trabajaron en la recopilación de evidencia para iniciar la carpeta de investigación para identificar al responsable.
Por Alejandro Dávila
Expreso-La Razón