13 noviembre, 2025

13 noviembre, 2025

Camaradería innegable

GOLPE A GOLPE / JUAN SÁNCHEZ MENDOZA

La buena relación que el gobernador Américo Villarreal Anaya sostiene con el presidente Andrés Manuel López Obrador ha permitido la recuperación y el desarrollo paulatino del tejido social, recobrado la confianza ciudadana a través de acciones asistenciales y avanzar en materia de seguridad.
El jefe del Ejecutivo federal, no disimula el reconocimiento que le tiene al mandatario estatal, pues pública y contantemente se refiere a él como el gobernador que le hacía falta en Tamaulipas, por ser ‘muy distinto a lo que el estado padeció en los últimos tiempos’.
Ha dicho, también, que Américo es un hombre íntegro, honesto, como lo refrendó el sábado que nos antecede al inaugurar, en Nuevo Laredo, las instalaciones del 16° Regimiento de Caballería Motorizada, que abonará al patrullaje de la zona como parte de un programa integral para garantizar el bienestar de quienes ahí pueblan.
Desde el inicio del régimen gubernamental de Villarreal Anaya ha sido constante la presencia del presidente en la entidad, aunque también está al tanto, diariamente, de lo que aquí ocurre por lo que en las ‘mañaneras’ una y otra vez ha hecho referencia al respecto destacando que, otrora, era esta entidad un coto de poder personal y familiar.
Ahora es distinto, según se palpa cotidianamente.
Esto, gracias a la determinación presidencial de transformar al país y a la visión del gobernador para dar grandes pasos hacia la construcción de la paz y el establecimiento de un servicio de seguridad pública eficaz y confiable, con el que ya es posible brindar la protección que por muchos años carecieron los ciudadanos, sus familias y su patrimonio.
En febrero de 2024 López Obrador volverá a Tamaulipas para asistir al segundo informe gubernamental –a invitación del gobernador–, y luego, en septiembre del mismo año, vendrá a inaugurar en Nuevo Laredo la Agencia Nacional de Aduanas (ANAM).
Con esa magna obra, Tamaulipas habrá de consolidarse como el paso más importante de mercancías del país, potenciando al mismo tiempo más inversiones e ingresos para Nuevo Laredo y la entidad.
Por cierto, ahora que la relación de Andrés Manuel con Américo está en su mejor momento, tamaulipecos de bien deben aprovecharla para que más cosas buenas ocurran en el estado, usando su creatividad para impulsar más proyectos edificantes y de bienestar, en vez de sembrar discordias, que al final de cuentas son causales de violencia que solo festinan los conservadores.
 
Vocero irresponsable
Advertir que conforme avance el proceso electoral la violencia en la entidad podría complicarse más, es un supuesto temerario del vocero de Seguridad Pública, Jorge Cuéllar Montoya; tanto como su afirmación de que el Partido Acción Nacional (PAN) es generador de la violencia que se ha desatado en las últimas semanas con bloqueos, situaciones de riesgo y demás.
¿O acaso tiene una bola de cristal para predecir el futuro y pruebas de que el membrete albiceleste está atrás de los cruentos acontecimientos?
En el primer caso su irresponsabilidad ahuyenta el interés ciudadano a participar activamente en la contienda concurrente, pues si él como experto en la materia anticipa que se recrudecería el clima de inseguridad, es obvio que espanta todo interés de involucrarse en la justa.
Y en el segundo anima a tenerle terror al membrete albiceleste porque de ahí, supuestamente, surgen las órdenes para armar operativos contra la administración pública actual, siendo la sociedad civil la más perjudicada al obligársele a atrincherarse por miedo a morir en acciones de fuego cruzado durante los enfrentamientos entre grupos delincuenciales.
El vocero boquiflojo no sustenta ninguna de sus apreciaciones. Pero al politizar el tema de seguridad pública involucrándolo con la justa electoral a manera de justificar los acontecimientos más recientes, siembra terror.
Ante ello, corresponde al Instituto Nacional Electoral (INE) y al Instituto Electoral de Tamaulipas (Ietam) llamarlo a cuentas, para que explique cada uno de sus dichos, ya que tienen qué ver con este proceso competitivo.
Por otra parte, bien haría el jefe del Ejecutivo estatal en exigirle que se circunscriba sólo a informar lo que reglamentariamente le corresponde, que son los acontecimientos diarios sin meterse en asuntos que no le incumben ni menos elucubrar predicciones.
El flaco favor que pretendió hacerle Cuéllar Montoya al gobernador, no debe pasarse por alto.
Y menos cuando Américo Villarreal Anaya procura cotidianamente ir al encuentro con la sociedad civil animando el rescate del tejido social, con un claro propósito: devolverles la confianza a las instituciones de seguridad. Y, al pueblo, la garantía de salvaguardar su integridad.
Ciertamente, los emisarios del pasado son considerados gente mala, a quienes no se les tiene confianza por su proclividad a la represión, como su adicción al saqueo de recursos públicos, violaciones la ley y relaciones con grupos criminales. Pero eso le toca investigar a las autoridades judiciales.
Así que si el vocero tiene pruebas de que promueven la violencia debe presentar las denuncias correspondientes, pues, hablar por hablar, provoca pérdida de credibilidad al régimen en turno.
 
Cicuta
Maki Esther Ortiz Domínguez no entiende las señales.
Ya se le ha dicho que la estructura de morena no quiere verla como su candidata senatorial, por ser ella hechura del PAN y en sus venas corre sangre azul.
Pero insiste en querer saltarse las trancas.
¿Qué show hará en la visita de Claudia Sheinbaum Pardo?

POR JUAN SÁNCHEZ MENDOZA
Correo: jusam_gg@hotmail.com

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