Tal como se esperaba, las negociaciones finales por las candidaturas de Morena están siendo todo, menos tersas.
Tanto que la dirigencia nacional del partido decidió publicar ayer un calendario para poner paños fríos a las ansias que por momentos amenazan con desbordarse.
Para el caso de Tamaulipas, el 4 de enero se darán a conocer los nombres de los ocho candidatos a las diputaciones federales, hasta un mes después, el 5 de febrero, se publicarán las listas de los ayuntamientos y el 12 de febrero, las de los candidatos al Congreso local.
Las dos fórmulas del Senado podrían revelarse hoy mismo o hasta enero, de acuerdo a lo que dijo ayer Mario Delegado Carrillo.
Estas dos posiciones, ahora mismo, son objeto de una muy dura disputa entre los grupos políticos que coexisten al interior de la 4T tamaulipeca.
Lo único seguro en este momento es que nadie está confirmado y hasta el último segundo -sea hoy o la primera semana de enero- de la negociación, las tribus morenistas mantendrán el hacha por todo lo alto.
Son muchos los tiradores que representan a diversos intereses regionales, y este tenso periodo de espera les ha permitido incrementar la presión para quedarse con alguna de las dos posiciones en disputa.
Desde la frontera sobra decir que la más interesada en aparecer en la boleta es Maki Ortiz, la ex alcaldesa que ha cultivado una buena relación con Mario Delgado desde que en el 2021 sorpresivamente logró colocar a su hijo en la candidatura por la alcaldía.
Esa jugada de ajedrez (o de damas chinas) le ha permitido detentar el poder en Reynosa por más de una década.
Maki tiene a su favor suficientes poderío político y recursos financieros para apostar fuerte por la candidatura. En contra tiene su relación con el matrimonio de Felipe Calderón y Margarita Zavala.
Desde aquel rincón de Tamaulipas también puja el senador José Ramón Gómez Leal, aunque en este momento sus posibilidades sean casi nulas, de acuerdo a fuentes cercanas a las negociaciones.
En el sur del estado, otro grupo político ha pisado el acelerador: el del alcalde Adrián Oseguera que ante el final de su gestión como alcalde y con bajas posibilidades de influir en la designación del candidato a sucederlo, pondrá su resto para pelear por la senaduría.
La vía prevista en el cuarto de guerra de la urbe petrolera es convencer al Partido del Trabajo que lo proponga, dado que a ese partido le corresponde poner la segunda fórmula en la boleta.
No será fácil porque el PT en realidad tiene escaso margen para tomar decisiones de esa índole. Dicho de otro modo, es muy probable que ese partido postule a quien decida la cúpula morenista.
Y claro, sigue sobre la mesa de negociación el plan A de que sea Olga Sosa quien encabece las candidaturas, acaso acompañada por Marco Batarse Ferrel.
Por esta guerra intestina de la 4T, será interesante observar con detalle el paso de Claudia Sheinbaum por tierras tamaulipecas.
Quizás al final del día haya señales para terminar de atar los cabos sueltos.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES