TAMAULIPAS.- Humo oscuro del cielo de Gaza, es el llamado a la conciencia mundial a través trabajos realizados por el investigador escénico Ángel Hernández a través de las voces de artistas, convocados para una lectura de textos realizados por el mismo escritor; tanto de México como de otros lugares del mundo. El proyecto es una invitación del investigador teatral y dramaturgo Ángel Aurelio Hernández
Arreola, para que participen con él en este otro grito urgente. Hernández Arreola es director de Teatro para el fin del mundo, programa de intervención y ocupación escénica de espacios en ruina condicionados por la violencia, surgido por el año de 2008.
El pasado 14 de diciembre de este año a punto de concluir, el tampiqueño fue merecedor de otro premio dentro de la dramaturgia nacional; el Premio Bellas Artes de Obra de Teatro para Niñas, Niños y Jóvenes Perla Szuchmacher 2023, por su obra; Oceanía: Pequeños manifiestos que alcanzan continentes lejanos, detrás de éste, hay una labor profunda. El año pasado recibió el Premio Nacional de Dramaturgia Baja California Luisa Josefina Hernández; ha recibido Premio Nacional de Dramaturgia Altaír Tejeda de Tamez 2011, por la
obra Aproximación al interior de una ballena y, el Premio Nacional de Dramaturgia 2012 Víctor Hugo Rascón Banda, por Padre fragmentado dentro de una bolsa, que, además, fue galardonada con el premio del público y el jurado en el festival alemán Heidelberger Stuckemarkt, en 2015.
Su trabajo se ha caracterizado por la aplicación de acciones documentales en países que han resistido conflictos sociales, durante los últimos años como, Vietnam, Camboya, Marruecos, Bosnia y Herzegovina, Japón, India, Afganistán, Kosovo, Ucrania, Polonia, México mismo y Palestina. “Se eligió trabajar dentro del programa de lecturas, porque nos parece que la voz es un elemento imprescindible, en esta lucha por la defensa del pueblo Palestino”, señala el creador en entrevista. Por ello, señala, se ha creado una plataforma que es “Archivo entre guerras, dramaturgia documental”, con una serie de textos surgidos del contacto mismo con la gente en la zona del conflicto. “Estos textos que yo escribo, se ven complejizados, a partir de esta experiencia reciente que tuve en la zona del conflicto y, lanzó una convocatoria, para actores y actrices interesados e interesadas en leer estos textos, para generar un proyecto de un banco sonoro, en donde se pueda escuchar la lectura por medio de grabaciones —que además están siendo diseñadas, a través de artistas sonoros—, y actualmente estamos impulsando este proyecto, que pretende ser mucho más amplio”, señala.
Asegura lo empezó a articular hace unos meses, con base a testimonios de habitantes de la franja de Gaza y, recientemente tuvo la oportunidad de convivir con familias que habían salido de esta zona, para refugiarse en Egipto. “En esta lógica está basado el mecanismo de muerte que ha venido aplicando Israel, con este sistema de exterminio que, aplicado en la práctica a la franja de Gaza, busca salgan de ahí (sus habitantes), para refugiarse en otros lados”, puntualiza el dramaturgo, no sin indignación. Refiere, lo cual es una contradicción, contra los intereses de un pueblo que no merece ser sacado de su propio hogar o de la tierra que lo vio nacer. “La situación es muy complicada en términos de desplazamiento forzado, por decirlo de algún modo”, añade. Y es que el único paso que conecta con Egipto
es el paso fronterizo de Rafah al norte de Gaza y, la situación es que buena parte de la ayuda humanitaria que se logró recaudar, no podía pasar a la franja porque este acceso estaba cerrado. “Afortunadamente se logró su apertura hacia finales de octubre principios de noviembre, lo que permitió la llegada de la ayuda humanitaria, la salida de enfermos y heridos, que necesitaban atención inmediata; pero posteriormente volvió a cerrarse y la situación se sigue complicando”. Comenta, la situación no termina ahí; existe la necesidad de que regresen a sus casas tras la diáspora, es uno de los temas que refiere el artista, porque probablemente no puedan volver.
La situación tiene que ver con la permanencia, el pueblo palestino y, no debe ser desplazado de su propia tierra. “La voz es el sinónimo de la piedra, como un símbolo que ha venido generando grandes movimientos revolucionarios, durante los últimos años y, consideramos que el hecho de leer estos textos, que llegan de testimonios reales, de habitantes de la franja de Gaza que han venido resistiendo un ejercicio de exterminio, los hace muy significativos”, dijo. Esto tiene que ver con la idea de levantar la voz, asegura, esto es lo que se ha venido promoviendo durante los últimos meses, incitando a la gente se manifieste en contra —sin duda—, de uno de los genocidios públicos, más cruentos en la historia de la humanidad. “No estamos colocados en un conflicto de intereses, con las políticas de los gobiernos, o autoridades, que representen a Hamas o Israel; estamos hablando del pueblo, de vidas inocentes; creo es clarísimo que nuestra postura, como la mundial se desmarca de cualquier tipo de vínculo ideológico o político, relacionado con estar de alguno de estos bandos”, subraya. Respecto al proyecto, puntualizó, esto que está a punto de salir es parte de una campaña de Teatro para el fin del mundo, que va a ser constante y que es parte del encuentro que se llevará a cabo, los días del 9 al 14 de enero aquí en Tampico, al cual invita. “¿Qué es lo que puede hacer la gente para tratar de impedirlo? Y si no puede hacer nada, en esta imposibilidad puede también radicar nuestra insistencia, ¿no?, este es un proyecto que convoca a una reflexión crítica, que nos provoca a visualizar donde nos situamos en esta catástrofe humana y cuál es nuestra postura”, concluyó.
POR JESÚS GUERRERO VALDEZ
EXPRESO/ LA RAZÓN