En este 2024, que han empezado sus primeras horas, se vivirá una elección histórica y eso es bueno, lo malo es que en la boleta irán los mismos políticos de siempre que tienen muchos años succionando del presupuesto y que no se cansan ni se cansarán.
Este es un problema que vivimos a nivel nacional y también, la historia se repite, a nivel local.
Hay muchos ejemplos de personajes que han visto a la política como su «modus vivendi» y también como la manera de hacer negocio a través del gasto del presupuesto que se ejerce a través de los municipios y cada una de sus secretarías.
Muchos de los personajes que hoy vemos en la política de los municipios de Tampico, Madero y Altamira llevan años sin trabajar en la iniciativa privada, prefieren ser vividores del sistema, eso es más fácil y rentable.
El regidor de Tampico, Roberto González Barba, cheque el dato, tiene 56 años de militancia en el partido Revolucionario Institucional, imagínese, de una u otra manera, todo este tiempo ha vivido a costillas de este partido.
Fue regidor en tiempos del alcalde Diego Alonso Hinojosa, Presidente del PRI ( varias veces), trabajó en la Comapa en tiempos del tricolor.
Este es el caso de uno de los herederos del apellido de Don Joaquín Hernández Galicia , alias, La Quina (QEPD), Joaquín Hernández Correa, quien por su apellido logró llegar a una Diputación Federal, después de gratis alcanzó la alcaldía de Madero del 2002 al 2004, por el PRD, después chapulineó al PAN para ser Diputado Local seis años.
Ha fracasado en su intento de ser Diputado Federal por el PAN y candidato a Gobernador y alcalde ( por segunda vez) por el PRD, son personajes que llegaron para quedarse en política pese a que la gente los repudia en las urnas.
Jesús Suárez Mata, fue Secretario General del Sindicato Petrolero Sección número Uno, pero ni el vigilante se acuerda de él, en los últimos 30 años, ha chapulineado como regidor y Director de Desarrollo Social, traicionó al PRI ( como muchos traidores ) y se fue a Morena donde llegó a ser Diputado local y buscará repetir en la boleta en el 2024, y la neta, como dicen en el rancho, no trae nada en el morral.
Uno de los políticos maderenses más colmilludos es Don Lupe Galván, quien desde el 2004 al 2007, quie cumplió su sueño de más de 20 años de ser alcalde, ha creído que es el dueño de este terruño, pues ahora vive de venderse como «operador» y , los que se la compran, han terminado derrotados en las urnas, lleva más de 16 años haciendo negocio con la política, ahora ( después de que criticaba y crucificaba a los que se pintaban de guinda ) terminó siendo empleado de los panuchos del pasado sexenio.
Fernando Azcárraga, el único gran negocio que ha hecho en su vida es haber sido alcalde, durante los trienios 1993-1995 y de 2005 a 2007, pero ya es un cartucho quemado que la gente detesta en las urnas, por eso lo repudiaron, la vez pasada que intentó ser Diputado Federal, pero lleva 21 años aferrándose a vivir de este modus, pues no ha hizo exitoso ni vendiendo pollo frito ni panuchos, ni menos grabando piñatas.
Don Loncho Mejía, de reparar planchas se sacó la lotería al llegar como regidor en 1999 y fue un edil aguerrido, por eso después lo premiaron con una Diputación Local y luego Federal, donde ganó por el arrastre de la ola azul, pues el señor no tiene carisma, ni para vender una caja de tomates en el mercado de Tampico y todavía sigue en la política, recientemente fue el de la oficina fiscal porteña, está a punto de cumplir 25 años viviendo de este
negocio.
Víctor Meraz, ahora buscar ser alcalde de Altamira por el PAN, este cuate es chapulín de Chapulines y va en la terna del traidor de traidores, pues de estar en el PRI, se fue con los panuchos, donde le regalaron una Diputación Local, después un puesto de subsecretario, y luego como agradecimiento los traicionó y se fue a Morena, pero ahora, los azules no tienen dignidad y lo volvieron a aceptar y lo están promoviendo como candidato a la alcaldía porteña, lleva más de 20 años haciendo negocios con la política.
Ciro Hernández , quien es un buen tipo, pero nunca ha trabajado, hace más de 20 años llegó y no ha salido de la política, fue contralor municipal, síndico, tesorero, por el PRI, después los traicionó y se aceptó ser el abanderado a la alcaldía por los Pitufos, lo traicionaron y perdió, ahora podría aceptar la bandera para una Diputación, de acuerdo a las pláticas que han tenido con Luis René el «cachorro» Cantú.
Jorge Mario Sosa Pohl,llegó a ser alcalde de madero, en 1996 , además de Diputado Local, el señor lleva 27 años comiendo de la política y , lo que le falta, el trago amargo que vivió en el 2001 de haber pisado la cárcel al ser acusado de peculado, no le han quitado las ganas y todavía es parte de la directiva estatal del Sol Azteca.
Y en los mismos términos se encuentra Juan Genaro de la Portilla Narvaez, quien ronda los 75 años de edad, todavía le gusta apostarle a la política, asi lo ha hecho durante más de 3o años, unas ganando y otras perdiendo.
Santos, sólo hay en las iglesias, a ellos son los que hay que prenderles veladoras, a los políticos, no, pues ellos hacen su trabajo por lo que se les paga y no, nos hacen ningún favor.
No hay que maximizar la labor de los políticos y , por el contrario, hay que exigirles que cumplan con sus obligaciones y su trabajo.
No hay que aplaudirles.
Y no descarte, que en la boleta del 2024 irán muchos rostros que buscarán un cargo público que forman parte del Jurasicc Park del sur de Tamaulipas.
Recuerde, Tampoco en este 2024: ¡No se vale Chillar !
POR MARIO ALBERTO PRIETO