Cuando la senadora Xóchitl Gálvez aspiraba a la candidatura de la jefatura de gobierno de la ciudad de México se veía cómoda y lucía competitiva, entre los panistas y sus aliados se sentía la esperanza de que podrían sacar a Morena del gobierno de la capital del país.
Sin embargo, esa percepción se esfumó en el momento en que los dirigentes nacionales del PAN, el PRI y el PRD, la convirtieron en candidata presidencial. El salto de las ligas menores a las ligas mayores de la política le hizo perder fuerza y una vez que pasó el efecto de la novedad causada por la irrupción, sus bonos se vinieron abajo.
La legisladora dejó de parecer competitiva y de lucir presidencial, incluso para las apreciaciones de los analistas adversarios del presidente López Obrador, como Raymundo Riva Palacio y Carlos Silva Herzog Márquez y algunos conductores de la televisión, como Denise Maerker, Ciro Gómez Leyva, Brozo y hasta de Carlos Loret de Mola.
El problema del loque opositor es que, además de que no han mejorado lo suficiente las posibilidades para poner fin a la continuidad del gobierno de la Cuarta Transformación, el cambio de candidato debilitó a la coalición albiazul en la pelea por las riendas políticas de la ciudad de México.
El relevo de Xóchitl, Santiago Taboada, resulta evidente hasta para los que no simpatizan con AMLO que no se ve con los arreos para derrotar a la abanderada de la 4T, Clara Brugada.
Por si esto no fuera suficiente, uno de los éxitos de los estrategas electorales de Morena es que, a 5 meses de la elección, han logrado hacer permear entre los votantes la idea de que la precandidata de la alianza Corazón y Fuerza por México carece de peso para ganar la presidencia, mucho menos con resbalones como iniciar el año nuevo anunciando que élitro de la gasolina había subido a 30 pesos que resultó una falsa noticia.
En temas locales, mientras tanto, aunque oficialmente siguen sin resolverse las candidaturas a las diputaciones de Tamaulipas, entre los allegados a las cúpulas del PAN y Morena, empieza a clarificarse el panorama.
En el sur, por ejemplo, dan como un hecho que el alcalde de Tampico, Chucho Nader, tiene amarradas las correspondientes a la diputación federal del VIII distrito, tanto de mayoría como de representación proporcional.
También que en Madero el alcalde Adrián Oseguera parece firme para conseguir un lugar seguro de la lista de candidatos plurinominales a diputado federal en tanto que, en Altamira, el escenario es ampliamente favorable para la reelección del alcalde Armando Martínez Manríquez.
Para cerrar, en su mensaje de fin de año el secretario de servicios públicos, Pepe Schekaibán, expresó su deseo de que “este 2024 continuemos trabajando juntos, sociedad y gobierno, para un Tampico limpio y en orden y que siga brillando”.
POR JOSÉ LUIS HERNÁNDEZ CHÁVEZ
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