La versión del Gobierno federal surgió horas después de que el representante estadounidense Henry Cuellar afirmara que el Departamento Militar de Texas y la Guardia Nacional de Texas “no concedieron acceso a los agentes de la Patrulla Fronteriza para salvar a los migrantes” la noche del viernes.
Las autoridades mexicanas recuperaron los cuerpos de una mujer y dos niños el sábado, al otro lado de la frontera de Eagle Pass, Texas.
“Esta es una tragedia y el Estado tiene responsabilidad”, dijo Cuellar, el principal demócrata en el subcomité de seguridad nacional del Comité de Apropiaciones de la Cámara, en un comunicado.
Las muertes ocurrieron en medio de crecientes tensiones entre Texas y el Gobierno de EU en relación con las normas de migración.
El viernes, el Departamento de Justicia informó a la Corte Suprema de EU que Texas había tomado el control de un área en Eagle Pass conocida como Shelby Park y no permitía que los agentes de la Patrulla Fronteriza ingresaran.
El Departamento Militar de Texas dijo en un comunicado el sábado por la noche que una de sus unidades había buscado en el río después de que la Patrulla Fronteriza los alertara de la situación, pero no encontraron a ningún migrante.
El comunicado no abordó las afirmaciones del Gobierno de EU de que las autoridades de Texas habían “impedido físicamente” a los agentes de la Patrulla Fronteriza ingresar al parque en ese momento.
El Departamento de Seguridad Nacional respaldó la versión de Cuellar sobre la llamada de auxilio. En un documento presentado ante la Corte Suprema el sábado, Texas reconoció haber tomado el parque de la ciudad en la frontera, pero dijo que el Gobierno federal había tergiversado sus acciones y que estaba tratando de resolver cualquier disputa sobre el acceso.
“En respuesta a una llamada de auxilio del Gobierno mexicano, los agentes de la Patrulla Fronteriza fueron impedidos físicamente por funcionarios de Texas de ingresar al parque”, dijo el Departamento de Seguridad Nacional en un comunicado.
“Las políticas del Gobernador de Texas son crueles, peligrosas e inhumanas, y la flagrante falta de respeto de Texas por la autoridad federal sobre la migración plantea graves riesgos”.