CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- El año pasado, los Centros Comunitarios de Salud Mental y Adicciones en Tamaulipas brindaron más de siete mil atenciones debido a problemas relacionados con el consumo de alcohol, reveló Eliana Guevara Peña, jefa del Departamento de Salud Mental y Prevención de Adicciones de la Secretaría de Salud.
El consumo de alcohol en Tamaulipas es la droga ‘permitida’ de mayor consumo entre los jovenes y por el que más consultas se ofrecen.
De las 14 mil consultas ofrecidas a lo largo de 2023, en los centros de atención, más de la mitad es para atender problemas de alcoholismo, detectando un incremento muy marcado de consumo en jóvenes y mujeres.
Guevara Peña señaló que entre los atendidos, se registró un preocupante número de menores, específicamente de entre 13 y 14 años de edad.
Aunque estos jóvenes aún no enfrentan un problema grave con el alcohol, Guevara Peña advirtió que la curiosidad los ha llevado a experimentar con esta sustancia psicoactiva, lo que podría desencadenar problemas de dependencia a mediano y largo plazo.
La funcionaria destacó que la problemática del consumo excesivo de alcohol se encuentra particularmente concentrada en municipios como Reynosa y Matamoros. Atribuyó este fenómeno a la influencia cultural proveniente del vecino país del norte, así como a otros factores que contribuyen a la vulnerabilidad de la población.
Además del alcohol, las autoridades del sector salud han identificado otras sustancias de alto consumo en la región. Las metanfetaminas encabezan la lista, seguidas de cerca por la marihuana y la cocaína. Esta diversidad en el patrón de consumo subraya la complejidad del problema y destaca la necesidad de estrategias integrales para abordar las distintas formas de adicción.
“Las personas afectadas tienen conciencia de enfermedad y que hay un riesgo, por eso van a los centros voluntariamente y esto es en beneficio de los jóvenes”.
Advirtió que todo el personal hace trabajo de campo y busca la manera de acercar a quienes tienen problemas de alcoholismo a que reciban atención, incluso reciben el apoyo de los grupos de AA.
Los apoyan con platicas y en caso de ser necesario cuando necesitan encontrar a un paciente, les apoyan buscando en sus grupos, ya que la mayoría tiene espacios para sesionar en los centros de atención.
La edad de mayor demanda de atención es en jóvenes y adolescentes, pero la atención y contención se le da a toda la familia, por lo que acuden incluso niños de 2 y 3 años, para que la familia tenga una orientación y encuentren una forma más sana de interactuar.
Por Raúl Lopez Garcia/Nora Alicia Hernández
Expreso-La Razón