El comer por ansiedad es un hábito que muchas personas tienen y que se les dificulta cambiar. Muchos incluso recurren a la comida chatarra, pero según Judson Brewer, psiquiatra y neurocientífico, pueden modificarse a través de la alimentación consciente. Este enfoque no solo es una solución viable para romper el ciclo de comer compulsivamente, sino una práctica en auge que promete transformar nuestra relación con la comida.
La alimentación compulsiva, caracterizada por el consumo excesivo de alimentos en cortos periodos de tiempo, es el trastorno alimentario más prevalente en muchos países. Aunque no todos los episodios de consumo excesivo desembocan en un trastorno, representan una pérdida de control significativa sobre lo que comemos.
Aquí es donde la propuesta de Brewer, basada en la atención plena y el entendimiento de las señales del cuerpo, ofrece una alternativa a las dietas restrictivas y la noción desfasada de que la fuerza de voluntad es la clave para superar estos desafíos.
¿Qué hacer para dejar de comer por ansiedad?
Según Brewer, la clave para superar la ansiedad por la comida no radica en la fuerza de voluntad, sino en sintonizar con nuestro cuerpo y sus necesidades reales. Este enfoque se centra en el momento presente, reconociendo y aceptando nuestros pensamientos, sentimientos y sensaciones corporales sin juicio. La idea es cambiar nuestra respuesta automática a los antojos, preguntándonos por qué comemos y si realmente tenemos hambre, o si estamos intentando satisfacer otra necesidad.
Para iniciar este camino hacia la alimentación consciente, Brewer sugiere, según documentó The New York Post, varios pasos prácticos:
• Es esencial identificar nuestros patrones alimentarios y reconocer los hábitos que queremos cambiar.
• Debemos modificar el «valor de recompensa» que nuestro cerebro asocia con ciertos alimentos o comportamientos alimentarios, buscando alternativas más saludables que proporcionen satisfacción.
• Es crucial descubrir comportamientos gratificantes alternativos que no solo nos satisfagan, sino que también nutran nuestro cuerpo y mente.
Comer por ansiedad tiene solución
La neurociencia respalda este enfoque, pues diversos estudios han revelado que nuestros cerebros son excelentes predictores que asocian la comida con el alivio temporal de emociones negativas. Al tomar conciencia de cómo nos sentimos después de comer y explorar alternativas más saludables, podemos romper el ciclo de comer por ansiedad. Brewer destaca que, con práctica, podemos desencantarnos de los alimentos o patrones de conducta no saludables y abrirnos a cambios positivos en nuestra relación con la comida.
El experto concluye que la alimentación consciente es un proceso de aprendizaje y autoexploración que nos invita a reconsiderar cómo nos relacionamos con la comida. En lugar de luchar contra la ansiedad por comer con restricciones y culpa, podemos abordarla con comprensión, curiosidad y un enfoque consciente que celebra la comida como una fuente de nutrición y placer.
CON INFORMACIÓN DE EL HERALDO DE MÉXICO