CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Médicos Sin Fronteras (MSF) alertó que las agresiones en contra de personas migrantes repuntaron en la frontera norte de México
En el último trimestre del 2023, la organización humanitaria registró 43 consultas por violencia sexual en Reynosa y Matamoros, mientras que de julio a septiembre del mismo año, MSF otorgó 25 consultas por esa causa, lo que representa un incremento del 70%.
La tendencia continúa, pues solo en enero de 2024 se otorgaron 28 consultas por la misma causa.
Camila, una mujer originaria de Nicaragua, es una de esas víctimas.
En su segundo intento de cruzar el país, logró llegar a Monterrey. Ahí compró un boleto de camión con rumbo a Reynosa, Tamaulipas, pero durante el trayecto fue secuestrada con un grupo de personas.
“Nos llevaron a una casa donde nos separaron a varones y a mujeres y teníamos que estar de pie porque no cabía más gente. En las noches llegaban unos hombres y nos sacaban solo a las mujeres. Ellos nos violaban constantemente”, narra Camila a Médicos Sin Fronteras.
La mujer, a quien la organización cambió el nombre por seguridad, fue liberada 17 días después en Matamoros, donde buscó refugió en uno de los albergues de la ciudad.
En Coahuila también se reportan agresiones sexuales contra migrantes. En 2023, los equipos de la organización atendieron 95 casos de violencia sexual solo en Piedras Negras.
Médicos Sin Fronteras ha detectado en sus puntos de atención en Reynosa y Matamoros 395 casos de víctimas de violencia.
Las cifras corresponden al último trimestre de 2023 y a enero de este año.
La organización atendió, además, a 177 personas que fueron víctimas de algún tipo de violencia durante 2023 en Piedras Negras, Coahuila.
Estas consultas fueron por secuestro, heridas, golpes, amenazas, desaparición forzada de familiares derivadas de hechos de violencia durante el trayecto migratorio y en la frontera.
“En los últimos meses hemos visto un aumento de los casos relacionados con afectaciones por secuestros y violencia sexual contra las personas migrantes”, explica Pooja Iyer, coordinadora del proyecto de MSF en Coahuila y Tamaulipas.
Las condiciones adversas en las que esperan decenas de migrantes en la frontera norte de México generan temor en esta población.
Médicos Sin Fronteras expuso en un comunicado que algunas personas tienen miedo de cruzar el río y ahogarse. Mientras que otras, como Rosaura, pierden su cita en la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), dependencia que otorga asilo, por temor a que les deporten, nieguen el ingreso a ese país, por la violencia, falta de dinero o por no hablar el idioma.
Rosaura es de Venezuela. En su trayecto migratorio fue secuestrada durante una semana y sufrió abusos sexuales durante el cautiverio. De acuerdo con el testimonio de la mujer, recabado por MSF, ella perdió su cita con la CBP.
Así se unió a las personas migrantes que esperan meses en la frontera norte de México por una cita en el organismo estadounidense. Lo hacen en condiciones inseguras, con climas extremos, con difícil acceso a albergues, comida, agua y a servicios de salud.
A veces, sin acceso a un teléfono o a internet para iniciar el trámite o sin dinero suficiente para costearlo.
Por ello, MSF pide a las autoridades de ambos países evitar la persecución y la devolución de las personas migrantes, así como ampliar las vías legales y brindar mejores servicios de albergue.
“Ante la gravedad de la situación que se vive en la frontera noreste, Médicos Sin Fronteras hace un llamado a las autoridades mexicanas y estadounidenses a que aumenten sus esfuerzos para atender integralmente a la población migrante frente a estos múltiples hechos de violencia”.
Por Staff
Expreso-La Razón