El escenario electoral de Matamoros luce adverso para la continuidad de la transformación en Tamaulipas. Y, sobre todo, para el proyecto presidencial, en su plan ‘C’, encaminado a lograr la mayoría calificada en el Congreso de la Unión, ante el rechazo poblacional hacia Mario Alberto López Hernández alias ‘La borrega’.
Bien lo sabe la candidata presidencial de la alianza ‘Sigamos haciendo historia’, Claudia Sheinbaum Pardo, pues en carne propia vivió el desprecio que los ciudadanos le manifiestan, públicamente, al abanderado del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), a diputado federal por el IV distrito, al haber pedido mentarle la madre a quienes pidan el voto a favor de morena, solamente.
Y, es obvio, está enterada de que los candidatos senatoriales igual del membrete verde, en el arranque de ‘La borrega’, festinaron tal ‘puntada’.
Igual debe saber que, entre López Hernández y el candidato a alcalde, por parte de morena, José Alberto Granados Favila (el político que no sabe leer y probablemente falsificó su título profesional), hay tan fuerte diferencia que no se advierte ni siquiera la posibilidad de una simulada reconciliación.
Tampoco es afín a los candidatos senatoriales del membrete guinda. Y con los abanderados a diputados locales Víctor García Fuentes (del distrito X) y Elva Eguía Castillo (del distrito XI) no tiene empatía, por lo que le resta sólo un ‘aliado’, el diputado local Isidro Vargas Fernández, quien busca ser reelecto. Pero no por recomendación de Mario Alberto, sino por méritos propios.
Entre los grupos de interés locales, López Hernández ha perdido todo apoyo, así como entre las cofradías políticas que cohabitan en Matamoros, como quedó demostrado en el evento desarrollado en la Plaza Hidalgo que fue montado para escuchar las propuestas de Sheinbaum Pardo.
Penosa situación para ‘La borrega’, ya lo creo, quien, por soberbio, es, sin el blindaje de alcalde, repudiado por el conglomerado fronterizo.
De acrecentarse el rechazo ciudadano hacia su candidatura –como se espera–, el plan ‘c’ lópezobradorista estará en riesgo aquí en Tamaulipas.
Ciertamente una golondrina no hace verano, pero podría ser la derrota de Mario Alberto el principio de un derrumbe electoral.
Sin empacho
Gusgo, en el lenguaje coloquial mexicano se le llama a una persona golosa cuyo deseo y ansia continua es seguir comiendo, aún sin tener hambre. Es decir, al sujeto que nada satisface su voraz apetito. Y aquí en el terruño, en materia política, hay ejemplos excelsos.
Me refiero, obviamente, a quienes sin haber consumido aún el ‘manjar’ que les fue servido para tres años, codician todavía más, aunque lo servido no les ha hecho digestión.
Usted bien los ubica, seguramente, ahora que de moda está adelantar al menos hacia el interior de los partidos, las reelecciones.
Los aludidos, ciertamente, cumplieron los dos primeros años de sus períodos edilicios o legislativos, pero al inicio del tercer año de su gestión constitucional empezaron a reclamar que se repitiera el banquete por un trienio más.
Entre ellos, Carlos Víctor Peña Ortiz (Reynosa), Joel Eduardo Yáñez Villegas (Río Bravo) y Armando Martínez Manríquez (Altamira); además varios diputados locales, dada la costumbre de que el Congreso es la antesala de futuros alcaldes, practicada ancestralmente por los membretes dominantes del sistema político mexicano.
Usted, ¿cree justo que, teniendo un cargo público, les asista el derecho de pretender enquistarse en el puesto o brincar para lograr otro?
¡Claro que no!, pues primero deben atender las responsabilidades que en campaña se comprometieron a cumplir y no han cumplido en su gestión.
En fin…
Cabalgata desigual
En la agrietada ruta electoral, con destino a la madre de todas las batallas, trotan con dificultad corceles de las cuadras guinda, albiceleste y naranja; y más atrás trastrabillan jamelgos trasijados de los fierros amarillo cenizo con negro, verde, tricolor y rojo con amarillo.
A simple vista, se observa que la caballada más nutrida le pertenece a la mentada Cuarta Transformación, pero sus equinos avanzan un tanto dispersos entre sí. Y cuando se juntan, tropiezan. ¿Por meterse las patas con toda intención?
Menos ejemplares luce la tropilla de la derecha, aunque igual asoma distanciamiento en la accidentada senda que conduce al hipódromo en que cada membrete jugará a los ejemplares más entendidos, dóciles, veloces y fuertes de sus respectivas cuadras.
En los días más recientes, han mostrado interés de apretar el paso en la travesía los jacos, pero a través de redes sociales. Algunos tienen más experiencia que otros en esos menesteres. No obstante, por una mal llamada domesticación, aguardan ‘la señal’ de sus caballerangos para empezar a galopar.
Cicuta
Adrián Oseguera Kernion, ¿perdiendo sale ganando?
Lo pregunto porque fue sustituido como candidato a diputado federal por el octavo distrito, con cabecera en Tampico. Pero no se ha confirmado que será borrado de la lista de plurinominales.
Así que lo más probable es que haya llegado a un arreglo con su adversario Erasmo González Robledo y el socio de éste, Mario Martín Delgado Carrillo.
POR JUAN SÁNCHEZ MENDOZA
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