CIUDAD VICTORIA, TAM.- El Hospital La Salle Victoria, una presunta negligencia médica le arrebató la infancia a una pequeña de tan solo 6 años procedente del Estado de Coahuila.
Ana es una niña que gozaba de un estado óptimo de salud, que jugaba, que bailaba y contagiaba de alegría a todos a su alrededor como cualquier infante de su edad.
Pero lamentablemente un mal trabajo quirúrgico en una de sus extremidades terminó con todo lo anterior y hoy se encuentra parapléjica e invidente.
La historia comienza el pasado 18 de diciembre, cuando Ana Paola es ingresada al hospital La Salle por sufrir una fractura de fémur en sus dos piernas, misma que se ocasionó al estar jugando en el sitio turístico capitalino conocido como el Paseo Méndez.
Por estas fracturas, el nosocomio ordenó una operación al día siguiente de su entrada, pero lamentablemente no terminaría con éxito para la pequeña.
Y es que a voz de su propia madre, Míriam Paola, que detalló la cronología de los hechos, se expone cómo es que el Hospital tuvo fallas al momento de la operación, pues Ana sufrió un paro cardio-respiratorio que no fue detectado a tiempo debido a que los aparatos de las instalaciones médicas, que autodenominan como de “primer nivel” no funcionaron, ocasionándole los severos daños a la salud general de la menor.
Ana Paola y sus padres, fueron acompañados a su salida del hospital por familiares y personas cercanas, quienes les mostraron apoyo y solicitaron a una sola voz justicia para ella y las explicaciones de los fallos al Hospital”.
“Gracias por acompañarnos durante estos 4 meses con 8 días, en los que mi hija Ana Paola permaneció internada en un irresponsable hospital como lo es La Salle Victoria, aquí le causaron el peor de los daños y lesiones que probablemente sean irreversibles las cuales generaron incapacidad, afectarán su desarrollo neurológico y también motriz”.
A Ana Paola “le gustaba cantar, reír, jugar y bailar. Nosotros somos victorenses y radicamos en el Estado de Coahuila desde hace ya 10 años y venimos a recibir la Navidad y Año Nuevo con nuestras familias.
Mi hija Ana Paola sufrió un accidente en un juego en el paseo Mendez donde por desgracia el resultado fue fractura de fémur en ambas piernas, la cuál, requería una operación y por ser ese el motivo asistimos al hospital La Salle , creyendo que era el mejor.
Ofrecieron el servicio de lo que mi hija de seis años necesitaba a su llegada. El día 19 de diciembre se encontraba perfectamente orientada consiente, hablando y conociendo cada integrante de la familia; la recibieron y nos aseguraron que era una operación de rutina y en tres días estaría en casa para iniciar su periodo de recuperación en sus piernas y en un mes estaría caminando de nuevo.
Y continuó la joven madre de Ana Paola narrando los sucesos: “En punto de las 4:52 p.m. del día 19 de diciembre de 2023, mi hija ingresó al Quirófano donde fue despedida por todos nosotros caracterizada por su valentía, recuerdo que prometí que todo estaría bien”.
“Iba llena de entusiasmo y hasta comentó que su regreso se bañaría pensando que saliendo de la operación caminaría, pero aquí es donde cambiaron nuestras vidas para siempre, mi hija no regresó como hubiera querido y como me lo prometieron que regresaría producto de una negligencia de este hospital”.
“Ana sufrió dentro de la operación un paro cardiorrespiratorio lo cual no se percataron a tiempo ya que sus aparatos no funcionaban correctamente, por cual actuaron por más de 15 de minutos tiempo suficiente para causarle el daño que ahora tiene ya que no tenía oxígeno su cerebro y le provocó atrofia cortical bilateral más afectación subcortical de lóbulos occipitales y severas lesiones en los núcleos basales bilaterales, todo esto a consecuencia del paro respiratorio”.
Dentro de los diagnósticos siguientes y después de los daños ocasionados, el hospital les explicó, con mentiras, que la pequeña Ana pronto reaccionaría positivamente, cuando no fue así.
Así también se señala que mantuvieron y siguen manteniendo una serie de “excusas para justificar su ineptitud e incapacidad para la atención de mi hija”.
De igual modo la madre de Anita reveló que esta última no tenía daño alguno en su cerebro que pudiera haberse complicado, pues gozaba de un optimo estado de salud que no ameritaba tales complicaciones.
Al finalizar su mensaje hacia los medios de comunicación y a los que los acompañaron, explicó que decidió mostrar el estado de su hija no por morbo, ni con fines lucrativos, sino por la única razón de buscar justicia y apoyo por parte de todo tipo de instituciones, personas, colectivos y demás entes para Ana.
POR ANTONIO H. MANDUJANO