CIUDAD VICTORIA, TAM.- Los pronósticos a mediano plazo para esta próxima temporada de Huracanes y Ciclones en el Océano Atlántico 2024 señalan que Tamaulipas tiene altas probabilidades de ser impactado por algún fenómeno hidrometeorológico de intensidad variable.
Por tanto, si estas preliminares aciertan, entonces el Estado acabaría con una racha de 11 años consecutivos de nulos efectos pluviales producidos por este tipo de eventos.
Y no es que no se hayan formado huracanes en el Atlántico, en el Caribe o el Golfo de México, sino que estos no han tocado tierra tamaulipeca desde el 2013, cuando el Huracán Ingrid azotó el Estado afectando 27 municipios en total y dejando grandes cantidades de agua en presas y ríos.
Pero los modelos meteorológicos de este 2024 exponen que la situación se tornaría diferente a estos últimos 11 años, pues existe la probabilidad de que el primero de los 23 sistemas que se formarán en el Atlántico, y de nombre Alberto, impacte en costas mexicanas con altas expectativas de beneficio para combatir la sequía que azota la región noreste de la República.
Según el reporte, el Huracán Alberto aparecerá por las aguas del Océano Atlántico, entre la parte Sur y Norte, mismo que se podría ir trasladando hacia el Mar Caribe, donde provocaría efectos en territorio mexicano.
Este podría llegar al país en la primera semana del mes de junio, periodo en el que arranca la temporada de Huracanes y ciclones en el Atlántico.
De igual modo existen porcentajes medios-altos de que algún otro tipo de tormenta intensa pegue en la Entidad entre los meses de junio a noviembre.
Lo anterior lo da a conocer la Universidad Estatal de Colorado (Colorado State University), en su pronóstico más reciente, donde anticipa que la temporada será más activa que en años anteriores y los efectos seguramente serán fuertes.
Y es que conforme pasa el tiempo los pronósticos de lluvias continúan a la alza para la cuenca del golfo de Mexico con resultados que habrán de repercutir en la Entidad. De acuerdo a la CSU, por sus siglas en inglés, la probabilidad de un impacto de una tormenta con nombre es del 66 por ciento, esto pudiendo ser una o más de las 23 que se tienen pronosticadas para dichas fechas.
Así también el reporte expone que la probabilidad de impacto de un huracán categoría 1 o 2, es del 41 por ciento, lo que representa que Tamaulipas muy seguramente será azotado por un evento a gran escala.
En torno a las probabilidades de impacto de un huracán mayor, que se define como categoría 3,4 o 5, es de un 16 por ciento, detalla en una tabla de valores dicho instituto educativo estadounidense. Las probabilidades se definen como la posibilidad de que una o más tormentas ocurran dentro de un radio de 80 km de la ubicación especificada. Según los expertos de dicha universidad, en este año tendremos una temporada muy activa, con 23 tormentas con nombre, 11 llegarían a ser huracanes y 5 huracanes intensos.
LA CRONOLOGÍA
A través de la historia Tamaulipas ha sido tierra de huracanes, pues desde inicios del siglo pasado ha sido víctima de los destrozos que estos fenómenos naturales pueden provocar en un corto periodo. De acuerdo a los registros de distintas publicaciones periodísticas y artículos históricos, se da a conocer cómo es que en 1933 cinco ciclones impactaron al Estado dejando pérdidas humanas y materiales principalmente en las regiones sur y norte.
En 1955 otros tres huracanes impactaron Tamaulipas, destacando el Gladis, el Hilda y Janet, eventos que en dicho orden causaron devastación y 12 mil muertes en todo el Estado.
El huracán Inés, se registró 11 años después, en 1966, el cual dejó daños cuantiosos en más de 80 mil hogares tamaulipecos y un total de 84 decesos.
Un año después, en 1967, la frontera del Estado quedó inundada por los efectos del huracán Beulah, dejando incomunicados a Matamoros y Reynosa, además de 58 muertos.
Tuvo que pasar una década, cuando en el 77 llegó el huracán Anita, evento que impactó en categoría 5, la intensidad más devastadora de un huracán dejando severos daños a la comunidad pesquera de Soto la Marina y crecimiento de ríos en otros municipios del centro y sur de Tamaulipas.
Pero de todos los antes mencionados, el huracán Gilberto es el que más se recuerda debido al devastador poder con que llegó a nuestras tierras en el año de 1988, mismo que entró por La Pesca, pero los daños más graves empezaron tierra adentro, sobre todo en los municipios de San Fernando y San Carlos.
EL SALDO FUE DE 250 MUERTOS
Casi 20 años después, el huracán Emily pero en nuestra Entidad con una categoria 3, destruyendo la Laguna Madre de San Fernando y dejando ese municipio incomunicado por casi una semana exactamente en el año 2005. Otro huracán en el 2008, causó estragos sobre la frontera, siendo Matamoros y Reynosa los municipios de donde más de 20 mil personas tuvieron que ser evacuadas por los efectos de Dolly.
Otro huracán recordado, y quizá el último de gran fuerza para la región noreste, fue el Alex, pues aquel 2010 en los últimos días de junio este fenómeno destrozó parte de Tamaulipas y de Nuevo León, dejando pérdidas económicas de hasta 94 millones de pesos.
Por ultimo, en el 2013, el huracán Ingrid piso territorio tamaulipeco dejando algunos daños en la infraestructura de municipios del centro, pero de mucho beneficio para ríos y presas, siendo este, el último año que Tamaulipas veía grandes cantidades de agua en sus afluentes y embalses.
POR ANTONIO H. MANDUJANO