Salvador Rangel Mendoza, el obispo emérito de Chilpancingo Chilapa, Guerrero, desapareció el pasado fin de semana, de acuerdo con la denuncia presentada ante las autoridades por otros religiosos de la zona. Fue visto por última vez en Jiutepec, Morelos, donde se perdió toda comunicación.
De acuerdo con información dada a conocer por autoridades del estado de Morelos, a El Heraldo de México, el Obispo, quien viajaría con al menos dos personas más fueron vistas por última vez en inmediaciones del municipio de Emiliano Zapata, cerca de Cuernavaca.
Episcopado mexicano confirma la desaparición del monseñor Salvador Rangel
A través de un comunicado, la Conferencia del Episcopado Mexicano informó que el obispo emérito Salvador Rangel desapareció en fechas recientes. Al respecto, manifestaron su preocupación en un comunicado a la opinión pública, y pidieron a las autoridades que intervengan lo más rápido posible para encontrarlo con vida.
«Asimismo, hacemos un respetuoso pero firme llamado a quienes mantienen en cautiverio a Mons. Rangel Mendoza para que, en un acto de humanidad y considerando su delicado estado de salud, le permitan tomar de manera adecuada y oportuna los medicamentos que requiere para su bienestar», escribieron a través de sus redes sociales.
También agregaron que las autoridades de la Fiscalía General del Estado de Morelos ya iniciaron una carpeta de investigación a través de la Fiscalía Especializada en Desaparición Forzada de Personas y Cometida por Particulares; sin embargo, pidieron también a la población que en caso de tener información sobre el rapto del obispo, se comunique de inmediato con las autoridades.
«Elevamos nuestras oraciones por Mons. Salvador, su familia, seres queridos y por todos aquellos que sufren las consecuencias de la violencia e inseguridad. Confiamos en que las autoridades actuarán con la debida diligencia y prontitud para resolver favorablemente el caso», apuntaron.
El obispo que pactaba la paz con el narco
En fechas recientes, el obispo Rangel había intentado dialogar con grupos del crimen organizado como «Los Ardillos» y «Los Tlacos» con el objetivo de pacificar Chilpancingo, la zona del estado en donde montan sus operaciones, siempre por el bien de la comunidad.
Apenas en febrero de 2024, aseguró en entrevista con medios nacionales que los dos grupos armados antes mencionados estuvieron en contacto con él, y durante la conversación llegaron al acuerdo de que «Los Tlacos» se iría de Chilpancingo para evitar un enfrentamiento armado que llevará la violencia al máximo, poniendo en peligro a la gente.
«Ya llevamos dos días de tranquilidad y de paz en Chilpancingo», dijo en ese entonces, explicando que se había parado la pelea por el transporte público.
Aseguró que se puede pactar con cualquiera en estos tiempos con tal de lograr la paz o la tranquilidad, pues el bien común y la paz es algo que no tiene precio. También aseguró que en el estado había un estado fallido, por lo que decidió intervenir en el fuego que mantenía a las ciudades ardiendo de violencia.
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«Si el estado, el gobierno ha perdido la capacidad de arreglo, de gobierno, ha dejado huecos y vacíos que los narcotraficantes han tomado, tenemos todo el derecho en intervenir y ayudar a las personas», dijo el religioso.
La desaparición de Salvador Rangel ocurre dos meses después de que denunció ser víctima de amenazas de muerte, por presuntos integrantes del crimen organizado, por su participación activa como mediador entre grupos armados por lograr la paz en el estado de Guerrero.
CON INFORMACIÓN DE EL HERALDO DE MÉXICO