Cuando se organizaba el proceso de elección del candidato presidencial, los dirigentes de la coalición opositora, Alejandro Moreno, Marko Cortés y Jesús Zambrano, presumían que el elegido no sería abanderado de un partido político como en la alianza de Morena, sino un ciudadano apartidista.
La promesa, como es del dominio público, resultó una engañifa. Todos los participantes tenían partido, incluida la ganadora de la competencia, Xóchitl Gálvez, que es panista. Varios de los aspirantes, entre ellos Germán Martínez y Lily Téllez, abandonaron por ese motivo la contienda interna.
Ningún aspirante auténticamente ciudadano participó en la disputa de la postulación.
En la recta final de la carrera presidencial, los jerarcas de la coalición opositora y sus candidatos intentan otra vez hacer creer que representan la opción electoral de la sociedad civil, ahora se disfrazarán de color rosa con el que el domingo 19 de mayo saldrán a la calle a sepultar el señuelo de que la llamada “Marea Rosa” es una organización sin siglas ni color.
La maniobra es al mismo tiempo un acto de desesperación, igual que la promesa de Alito de que si el MC declina a favor de Xóchitl el renunciaría a la candidatura de senador., ya que, tácitamente el priista acepta que las preferencias que el bloque opositor tiene a unos días de la elección son insuficientes para alcanzar a la puntera de la carrera, Claudia Sheinbaum.
Mientras tanto, aunque a decir de algunas encuestas y de la percepción popular, la alianza del PAN es la favorita para adjudicarse la alcaldía y las diputaciones de Tampico, es necesario señalar que los factores a favor y en contra de la contienda en turno son distintos a los de los comicios de hace seis y tres años.
En el 2018 Acción Nacional ganó el ayuntamiento, entre otros motivos, porque el PAN gobernaba la entidad. En el 2021 también, pero debido a que Olga Sosa y Morena carecían de la fuerza electoral y estructura de los que dispone ahora.
En estos momentos, en cambio, la situación es otra, el partido que gobierna el Estado es Morena y la candidata Mónica Villarreal tiene mayor aceptación y es más competitiva que la que tenía en aquel momento la hoy candidata al senado,
condición que hace pensar que la elección será más apretada.
Las circunstancias en ciudad Madero son similares. El candidato morenista a diputado federal, Adrián Oseguera, se reeligió como alcalde durante el sexenio cabecista, ahora el munícipe tendrá a favor al gobierno de Américo Villarreal.
Esa es asimismo la ventaja con la que competirá el 2 de junio el candidato a presidente municipal, Erasmo González, ante el panista Carlos Fernández, quien, no obstante que carece de la presencia que tenía Jaime Turrubiates, posee una imagen más positiva que el empresario.
El abanderado del partido guinda, González Robledo, reiteró, por otra parte, que las más de 200 iniciativas formuladas en los foros ciudadanos, el cuarto y último de los cuales se efectuó el miércoles, se han sumado a los cuatro ejes rectores de la campaña y luego se integrarán al plan municipal de desarrollo.
POR JOSÉ LUIS HERNÁNDEZ CHÁVEZ
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