Además de perder casi todas las gubernaturas y la mayoría de las posiciones legislativas, el PRI, integrante de bloque opositor en la carrera presidencial de 2024, perdió tantos votos que en unos años ha pasado de ser un partido hegemónico, a un partido en riesgo de extinción.
En los comicios del 2012, cuando regresó a la presidencia, por ejemplo, obtuvo más de 19 millones de sufragios, el PAN, consiguió 12 millones, 732 mil y el PRD, un millón 602 mil.
Seis años más tarde, en los comicios de 2018, la primera vez que el tricolor participo con un candidato externo, José Antonio Meade, dejó de recibir 10 millones de sufragios, solo 9 millones de electores votaron por el abanderado del tricolor.
Acción Nacional, en cambio, conservó la votación de 2012. Ricardo Anaya fue apoyado por 12 millones de electores.
¿Qué pasará en la le lección del próximo 2 de junio?
A ciencia cierta no se tiene idea, sin embargo, la percepción que tienen los analistas es que el PRI podría perder al menos la mitad de los adeptos de hace seis años, unos 4 y medio millones, razón por la que todo indica que su aportación en término de sufragios a la bandera de la oposición será raquítica.
Las causas, entre otras, que, como en los comicios de 2018 cuando las huestes de la agrupación le negaron el respaldo a un candidato que no era militante, difícilmente respaldarán a una candidata de otro partido, como la panista Xóchitl Gálvez.
Si las apreciaciones resultaran correctas, la coalición opositora obtendría el 2 de junio entre 16 millones y 17 millones de votos, insuficientes, a decir de los especialistas, para vencer a la candidata oficialista Claudia Sheinbaum, que se estima que en el peor escenario obtendría 10 por ciento menos respaldo que AMLO, alrededor de 27 millones de votos.
Como a nivel nacional, en Tamaulipas, la caída electoral sufrida por el PRI también ha sido devastadora.
En la elección de gobernador de 2016, el priismo obtuvo 517 mil 619 votos, en el 2021, sin embargo, bajo a 87 mil 132, en el 2021, subió a 127 mil 562, en la pelea por la gubernatura de 2022 cayó a 64 mil 462 y en la extraordinaria de senador de 2023, fue tan precaria, 23 mil 744 sufragios, que ocupó el cuarto lugar, abajo PT, que llegó a 37 mil 819 boletas.
Cambiando de tema, por primera vez en la actual disputa de la presidencia municipal de ciudad Madero el candidato de la coalición PAN-PRI, Carlos Fernández, apareció a la cabeza de las preferencias electorales.
De acuerdo con la encuestadora Trendio, el aspirante albiazul cuenta con el 46.7 por cientos de la intención del voto, un punto arriba del candidato de la 4T, Erasmo González, quien tendría 45.8 puntos. Un empate técnico si se considera el margen de error más 3 menos 3 que tiene toda medición.
González Robledo, no obstante, aseguró ayer que las preferencias para él y para Morena siguen aumentando.
Durante un recorrido por las calles de la colonia Candelario Garza declaró: “Aquí no se equivocan, saben que los gobiernos de Morena son de resultados”, como el del presidente López Obrador, que –señaló-, trajo bienestar a los que menos tienen, a los olvidados durante décadas por los gobernantes del PRI y Acción Nacional.
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