Justo en el año en que nació, arribó al puerto jaibo la escocesa Francisca Erskine Inglis de Calderón de la Barca, esposa del primer ministro plenipotenciario de España en México, don Ángel Calderón de la Barca, nombrado en virtud del Tratado de Paz y Amistad concertado entre México y España, por medio del cual, ésta reconocía la Independencia, documento firmado en Madrid el 28 de diciembre de 1836.
El ministro, además de vivir en la ciudad de México, dedicó gran parte de su estancia a recorrer varias ciudades, como el puerto de Veracruz y otras importantes, acompañado de su esposa, quien poseía habilidad para describir su visión de un país que recién ingresaba a la vía independiente.
Al recorrer varias poblaciones, llegaron a Tampico, donde existía una importante colonia española, dejando madame Calderón una interesante descripción de la ciudad: “Cuando os acercáis a Tampico, las primeras casas que descubre la mirada, ofrecen el aspecto de una serie de cajas de sombreros de muchos colores, azules algunas, otras blancas, que unas modistillas aburridas hubieran tirado entre los hierbales.
Al dejar la lancha y caminando a través de la población, no obstante contar con sólidos edificios de cal y canto, habría podido creerme transportada a un pueblo de la Nueva Inglaterra. Me causaron asombro los primorosos “palacios de tejamanil” con columnatas, y el aspecto de gran limpieza y aun de alegría, nada español, cuando yo imaginaba a Tampico como el purgatorio de este mundo.
Estas casas, según supimos después, las mandaron de los Estados Unidos ya construidas […] Hay algunas tiendas de muy buena apariencia, y a pesar de la falta de uniformidad en la arquitectura de las casas, me parece a mí que esta ciudad ha sido calumniada, mayormente si se toma en cuenta que fue fundada hace sólo pocos años”.
UN POCO DE HISTORIA DE LA FAMILIA ROBERT
El padre de Bartomeu Robert fue Francesc Robert y Batlle, nacido en 1813 en Campeche. Fue hijo de inmigrantes catalanes procedentes de Sitges que llegaron en busca de mejores condiciones de vida. Ambos fueron médicos, lo que marcó de cierta manera la ruta de Bartomeu. En aquella época, se había comprimido la vida económica de España por los movimientos independentistas que ya se vislumbraban en el horizonte.
El propósito de la España imperial era prolongar su influencia colonial, pero ya estaban puestas las condiciones para los cambios en la geopolítica. A España le quedaban unos cuantos pequeños países con los cuales se ensañaba en su explotación, como era el caso de Cuba y Filipinas, a los que todavía les faltaban varios decenios para liberarse del imperio ya en decadencia.
El abuelo de Bartomeu , natural de Sitges, decidió abandonar Cataluña buscando seguridad y mejores resultados de la práctica de su profesión de cirujano, que estaba seguro le ayudaría a abrirse paso a la tierra donde llegase, en este caso, Campeche, en el sureste de la Nueva España, donde nació el padre de Bartomeu. Este se fue a Europa para estudiar medicina en Barcelona y Paris y al finalizar sus estudios, regresó a México, casándose en 1841 con una inmigrante procedente de San Sebastián, España, Teodora Yarzábal y Ricardo, natural de Pasajes.
NACE BARTOMEU ROBERT EN TAMPICO
La familia Robert y Yarzabal se asentaron en Tampico, Tamaulipas y de inmediato, este médico empezó su labor humanitaria en el hospital civil, atendiendo a enfermos sin distinción de su condición económica, con la misma calidad y esmero, por lo que fue generoso en las necesidades de salud que se fueron presentando, por lo que conquistó la estimación de la naciente sociedad tampiqueña, que acogió a la pareja en lo más selecto de sus círculos.
En estas circunstancias nació Bartomeu, cuyos datos bautismales constan en el acta 25 del libro parroquial de Tampico de 1843: “En Santa Ánna de Tamaulipas, el día 16 de enero de 1843, yo el infrascrito, cura de esta ciudad, bauticé solemnemente a Bartolomé Francisco Manuel, que nació el 20 de octubre del año próximo pasado, hijo legítimo del doctor Francisco Robert y de Teodora Yarzábal; son sus abuelos paternos don Bartolomé Robert y Doña Josefa Batle, y maternos don Manuel Yarzábal y doña Josefa Ricardo, y padrinos don José Robert y Girona , del comercio de Nueva Orleáns y de doña Buenaventura Robert, residente en Cataluña y por poder don Manuel Galdames y de Ana Castilla de Galdames.
Y para que conste lo firmé, Juan José Calisti”. El niño Bartomeu pasa sus primeros 4 años en el puerto y no habiendo opciones para iniciarse en los estudios formales, sus padres lo llevaron a Cataluña, primero a Sitges donde cuidó de él una tía paterna para luego iniciar los estudios medios en Barcelona.
Es interesante anotar que la familia Robert era muy conocida y apreciada en el siglo XIX, tanto en Sitges, Barcelona, Nueva Orleáns, Estados Unidos, como en Tampico, México; uno de sus miembros, médico también, trabajó para el hospital de San Sebastián en esta última ciudad.
REGRESO A ESPAÑA
El tampiqueño quedó al cuidado de la tía Ventura Robert; allí, el niño estudia con el maestro Caballero y el bachillerato en el Instituto de Barcelona, llamado también Instituto General Técnico de Segunda Enseñanza. Luego pasó Bartomeu a la Facultad de Barcelona en 1857 a la edad de 15 años, donde se licenció en 1863 con buenas calificaciones.
En 1864 obtuvo el título de doctor en Madrid, y el mismo año fue ayudante de las clases prácticas; en 1869 fue auxiliar de la cátedra de patología general y anatomía patológica. De 1869 a 1875 figuraba como médico de número del Hospital de la Santa Cruz de Barcelona y desde esa fecha hasta su fallecimiento, fue profesor de Patología Médica de la Facultad de Barcelona, obteniendo todos estos cargos por oposición.
FUNDÓ EL HOSPITAL DE SANT PAU
Admirador de la música wagneriana, fue miembro de la delegación española del Patronato del Festival de Bayreuth,4 al que se desplazó varias temporadas. En 1899, una conferencia impartida por Robert
sobre «La raza catalana», en la que formulaba comparaciones sobre la capacidad craneal de los catalanes y la de otros territorios de España, causó polémica; según Francisco Caja su catalanismo se fundamentaba en la doctrina racial.
El 14 de marzo de 1899 fue designado por el nuevo gobierno, en nombre del rey, alcalde de la ciudad de Barcelona. Desde la alcaldía emprendió una depuración del censo electoral de la ciudad —contra las prácticas del caciquismo— y encabezó el cierre de cajas, nombre por el que se conoció la protesta de los comerciantes contra la ley del Gabinete de Francisco Silvela y su ministro de Hacienda, Raimundo Fernández Villaverde.
PRESENTÓ SU DIMISIÓN EL 12 DE OCTUBRE DE 1899
Fue presidente de la Lliga Regionalista desde su fundación en 1901; obtuvo un escaño de diputado por Barcelona las Cortes en las elecciones parlamentarias de ese mismo año. Falleció el 10 de abril de 1902, en el restaurante Pince.
CATALANES LE HICIERON UN MONUMENTO
El 13 de enero de 1904, en un acto de afirmación catalana y ciudadana, se colocó la primera piedra de un monumento dedicado al médico desaparecido, en la Vaza de la Universitat, La obra se encomendó al escultor Jusep Llimona, inaugurándose el 13 de noviembre de 1910.
Con el tiempo el monumento se convirtió en objeto de exaltación patriótica, lo que incomodó al dictador Francisco Franco una vez que se alzó victorioso con sus falanges al concluir la guerra civil en 1939.
Un año después, el nuevo gobierno ordenó su retiro, el motivo: porque era el símbolo del patriota de relieve regionalista y por haber nacido en México. Afortunadamente, las autoridades municipales no destruyeron la obra, sino que fue desmontada con cuidado y guardada en bodegas de la municipalidad, en espera de mejores tiempos.
Los tiempos mejores llegaron cuando fallece el generalísimo Franco y España entra a una fase democrática con el surgimiento activo de partidos políticos. En realidad, las relaciones de las sociedades de México y España siempre existieron y fueron cordiales, no obstante, el rompimiento de las relaciones diplomáticas de los gobiernos.
Ante el cambio de ambiente político después de Franco, no había ya objeción para reinstalar el monumento del doctor Robert, encontrándose el lugar ideal en la plaza Tetuán. Se señaló el 14 de mayo de 1985 para conmemorar tal acto. El alcalde de Barcelona, Pascual Maragal y Mira, tuvo el gesto magnánimo y noble de invitar al alcalde de Tampico, Gustavo González García a que estuviese presente, con mayor razón cuando el ayuntamiento acordó nombrar a ésta como “ciudad hermana”.
POR MARVIN OSIRIS HUERTA MÁRQUEZ