En la recta final de la campaña electoral la derecha opositora, la Marea Rosa, unida bajo las banderas del PAN, el PRI y el PRD, marcha y se manifiesta con su candidata Xóchitl Gálvez al frente, en defensa de la república y de la democracia que ellos entienden y quieren: el Estado de Derecho, la división de poderes, el orden, la seguridad sin abrazos, con todo el peso de la ley, la vida, la verdad y la libertad.
Reclaman a voz en cuello desde la plaza pública el modelo de democracia que ellos, la derecha opositora, conciben como la única forma de gobernar. Claman a gritos por una libertad que ejercen en el acto mismo de hacerlo sin restricciones. Acusan autoritarismo de quien les dice que tienen todo el derecho de expresarse. Hablan de mayorías tiránicas para referirse despectivamente a la legitimidad obtenida en las urnas por el actual presidente.
Pero la Constitución pone a salvo a los mexicanos de interpretaciones parciales y sesgadas sobre la democracia y sus metas. El artículo tercero de la Constitución considera a la democracia no solamente como una estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo.
Para la Marea Rosa, sus partidos, su candidata, sus dirigentes, voceros, representantes y todos los ciudadanos reunidos en el zócalo y en las ciudades en donde se manifestaron, para todos los que piensan como ellos, es incomprensible el cambio en las vidas de los pobres de Mexico que generan las políticas públicas del gobierno actual en cumplimiento de su deber democrático.
No entienden el mejoramiento económico que significa recibir en el hogar de los pobres el beneficio de uno o varios programas sociales. No entienden que un poco de dinero cada dos meses en el bolsillo es mucho mejor que nada. Tres mil pesos en efectivo en las manos de un pobre alcanzan para comprar comida, subirse al transporte publico e ir a buscar trabajo, para comprar unos pantalones, una camisa o una blusa y unos zapatos usados en el tianguis, para pagar los 200 pesos del tanque de 200 litros de agua limpia para el uso de su vivienda. 30 millones de hogares reciben por lo menos uno de los programas sociales implementados por el actual gobierno.
La oleada rosa de la derecha no entiende que el aumento salarial de 77 a 240 pesos diarios recibidos durante 5 años y medio representa una mejora sustancial en la forma de vida de los trabajadores y sus familias, mejoras en su alimentación, en el vestido, en su vivienda y ahora también en sus pensiones. De acuerdo con la información del INEGI 12.5 millones de trabajadores se han visto beneficiados por los aumentos del salario mínimo.
Los habitantes de miles de colonias populares y pequeñas comunidades rurales del país han construido conjuntamente con el Gobierno de la República 3 mil kilómetros de caminos artesanales y miles de aulas para las escuelas publicas de educación básica a las que asisten sus hijos, ahí también, en colonias y comunidades, se están reconstruyendo y reequipando los centros de salud, clínicas y hospitales, se están contratando médicos y enfermeras para que el servicio no se interrumpa y mejore.
La derecha, su marea rosa y su candidata no entienden que ahí donde no había llegado nada nunca, donde las promesas de campaña y de gobierno nunca se cumplieron, ahí ha trabajado el Gobierno de México durante los pasados seis años con la convicción de que esos millones de mexicanos pobres tienen el derecho de vivir mejor.
Por eso la mayoría de las encuestas dan una ventaja de 22% a Claudia Sheinbaum por encima de Xóchitl Gálvez. Claudia representa y ofrece la continuidad del libre comercio y sus resultados positivos y mantener y ampliar los logros de un Estado de Bienestar a la educación, la salud, la vivienda y a la construcción de la paz y la seguridad que esperan los mexicanos.
Claudia representa la elección de un gobierno de izquierda popular, un gobierno que siga trabajando por la democracia integral que está en la Constitución. El ejercicio de la democracia constitucional, la estructura jurídica y el régimen político y también el constante mejoramiento de las condiciones económicas, sociales y culturales del pueblo.
Esa es la democracia en la que ejercerán los mexicanos el 2 de junio su derecho a elegir y esos son los objetivos de la democracia que tienen la mayor intención de voto, no hay elección entre dictadura y democracia como afirma la ultraderecha, solo hay una elección entre dos concepciones de la democracia, la democracia sesgada, la de los privilegios y la mano dura y la democracia integral, la democracia con justicia social que está en la Constitución, la democracia que la derecha no entiende.
POR JESÚS COLLADO MARTÍNEZ