CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- El pasado 19 de mayo de 2024, dio inició una noble causa que busca hacer una diferencia significativa en la lucha contra el cambio climático.
Con el lema “Somos la última generación que puede salvar el planeta”, Lupita Ruiz creo el grupo “Un árbol, una vida” con el objetivo de reforestar áreas afectadas por la desertificación y las altas temperaturas.
La idea surgió tras ver impactantes imágenes en redes sociales: un oso polar en peligro de extinción, cotorras afectadas por el calor, y los devastadores incendios en Victoria. Estas escenas motivaron a Lupita a tomar acción inmediata. Con el apoyo de su amiga Daniela Vargas, decidieron movilizarse y organizaron el grupo en cuestión de horas.
El proyecto invita a la comunidad a identificar y compartir fotos de zonas desérticas o afectadas por el sol. Además, se solicita la colaboración de vecinos para cuidar los árboles recién plantados, asegurando que crezcan sanos y no se sequen. Lupita enfatiza la importancia del apoyo mutuo, afirmando que aquellos que ayuden recibirán el mismo apoyo en retorno.
La iniciativa también abre la puerta a donaciones de árboles, animando a quienes deseen contribuir a comunicarse a través de la publicación. Lupita asegura que todos los mensajes serán respondidos y agradece profundamente la participación y el interés de la comunidad.
Desde su creación, el grupo ha crecido rápidamente, reflejando el entusiasmo y el compromiso de sus miembros. Lupita expresa su orgullo y alegría por el éxito inicial del proyecto y la respuesta positiva de muchas personas. Con un tono lleno de emoción y adrenalina, asegura que este grupo será un esfuerzo comunitario formidable.
Lupita y Daniela, con su determinación y pasión por la naturaleza, están liderando un movimiento que no solo busca plantar árboles, sino también concienciar y unir a la comunidad en la lucha por un planeta más verde y saludable.
Para aquellos interesados en unirse a esta causa, todas las manos son bienvenidas. “Seremos un grupo bien chi…,” promete Lupita, reflejando su entusiasmo y visión para el futuro. Con acciones locales y colaborativas, “Un árbol, una vida” aspira a dejar una huella positiva y duradera en el medio ambiente.
Por Raúl López García