Desde hace meses ha sido el tema principal en las reuniones de autoridades estatales y los responsables de las Comisiones de Agua Potable y Alcantarillado de la entidad: La crisis hídrica debía enfrentarse con medidas precisas que combinaran tanto las acciones del gobierno como la participación ciudadana.
Y aunque se ha seguido una ruta que ha permitido ir midiendo los avances y detectar las áreas de oportunidad, las condiciones provocadas por el prolongado estiaje y las altas temperaturas que provocan la evaporación acelerada del agua en el sistema lagunario ya ocasionaron una crisis en la zona conurbada de Tampico.
Si bien las comisiones de agua potable de Altamira y la Sur que son responsables del suministro en Tampico y Madero han puesto en marcha programas de dragado, mantenimiento de los viejos equipos y reparación de fugas, la falta de lluvias ha hecho que el panorama que se tenía previsto para meses más adelante se modificara y es ahora cuando se enfrenta un grave problema.
Los cortes programados que se anuncian como fallas por el mantenimiento de equipos o inestabilidad en el suministro eléctrico por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) son en realidad tandeos que deben realizarse para tratar de que el agua alcance para todos. O para casi todos.
Por eso es que a pesar de los esfuerzos, más de 800 mil habitantes de los municipios conurbados de Tampico siguen padeciendo por la falta de agua, por la cantidad tan reducida que llega a sus hogares o negocios.
Esto obligó a la Secretaría de Recursos Hidráulicos a tomar una decisión de común acuerdo con los sectores productivos.
La crisis hídrica y el estiaje han provocado la acelerada desecación de varias lagunas de la zona sur, algo nunca antes visto en la historia de la región.
La magnitud del problema es enorme, pero lo bueno es que sí se tomaron algunas medidas preventivas hace meses, pues de lo contrario ahora estaríamos peor.
Por eso es de recomoc el anuncio de Raúl Quiroga Álvarez, secretario de Recursos Hidráulicos de Tamaulipas, en el sentido de pedir la colaboración ciudadana y de los sectores productivos para enfrentar de la mejor manera y salir de este problema.
El funcionario recordó que la grave sequía que ha ocasionado esto es algo que no tiene precedente, pues lleva ya por lo menos 8 años. En ese lapso, las lluvias han sido mínimas, insuficientes para evitar que estemos en la situación actual.
Un primer efecto de este problema es que la cuenca del Río Guayalejo-Tamesí enfrenta una situación crítica por la falta de ordenamiento y depuración en su aprovechamiento en toda su área de influencia.
Quiroga salió el fin de semana a anunciar mediante un vídeo que es real y cada vez más probable el riesgo de que más de 800 mil habitantes de los municipios conurbados del sir de Tamaulipas se queden sin agua. ¿Debió haber dado la cara antes? Hay quienes dicen que sí, para evitar que el vacío informativo golpeada la imagen pública de los organismos operadores de agua en la zona y del mismo gobierno estatal, del que dependen las Comapas.
Que casi un millón de habitantes de la zona sur se quede sin agua en plena temporada de altas temperaturas sería catastrófico.
Claro, ni hablar siquiera del hecho de que esto ocurra en los días previos a elecciones que son consideradas como vitales por muchos. El riesgo de que todos los habitantes y negocios de Tampico, Madero y Altamira se queden sin agua a días de los comicios, también es algo que preocupa a muchos.
Volviendo al tema de las acciones que aplicará la SRH y los organismos operadores de los sistemas de agua potable y alcantarillado de la zona, pues para empezar, la dependencia estatal ha realizado visitas de apercibimiento oficial a los usuarios de la cuenca, advirtiendo sanciones para quienes extraigan agua de manera irregular.
¿Qué está haciendo el gobierno estatal para resolver este problema? Bueno, para iniciar, el gobernador Américo Villarreal Anaya ha estado al pendiente del proceso que emprendió la SRH en colaboración con las Comapas para ver la mejor manera de resolver esto.
Por ello, para abordar esta problemática, la administración de Américo y la Comisión Nacional del Agua trabajan de manera coordinada.
Un primer acuerdo es que como medida urgente, se suspendió la extracción de agua en la parte media y baja de la cuenca, excepto para uso público urbano, hasta que se restablezcan los niveles de operación que permitan el abasto a la población.
También se decidió que debido al riesgo de dejar sin el vital líquido a la población, se tomó la decisión de suspender la extracción de agua en la parte media y baja de la cuenca, a excepción del uso público urbano de la región, hasta en tanto se recuperen los niveles de operación que permitan el abasto público, urbano y doméstico de la zona conurbada, hasta que se registren lluvias.
Aún estamos lejos de terminar con la problemática, porque hay factores que no dependen de la voluntad o el trabajo humano, ya que corresponden a la naturaleza, pero al menos hay medidas de mitigación y que buscan resolver esto gradualmente.
El esfuerzo se aprecia, ahora corresponde a los ciudadanos y a las empresas hacer lo propio para colaborar y tomar conciencia del cuidado del líquido.
Por. Tomás Briones
abarloventotam@gmail.com