ALTAMIRA, TAMAULIPAS.- Se ha complicado vivir en las comunidades del río Tamesí, son por lo menos 500 familias que tienen problemas de traslado por el bajo nivel del sistema lagunario.
Las personas que viven en los ejidos del lado veracruzano, también resultan afectadas, ya que les queda mas cerca viajar en lancha a Tampico o Altamira, en vez que a Pánuco.
Debido a que la actividad pesquera y agrícola también disminuyó, los residentes deben buscar otras opciones de trabajo, una de ellas es en el sector de la construcción.
“Soy de Mayorazgo, pertenece a Pánuco, pero nuestra laguna está seca, no tiene agua y por eso ya no podemos llegar a la cabecera municipal, tenemos que rodear por Tampico, es la única manera”, comentó el señor Antonio Hernández.
La laguna del Mayorazgo, es el principal vaso captador y distribuidor de agua para los municipios del norte de Veracruz.
En el caso de los habitantes del único ejido de Tampico que es la Isleta, el panorama es muy similar, hace algunas semanas podían llegar al muelle de Tancol, pero el canal de navegación se secó y ahora deben atracar en el parque Fray Andrés de Olmos, lo que aumenta el tiempo de traslado.
La señora Margarita López acude solo una vez a la semana a realizar el mandado en una tienda de Tampico, antes viajaba de manera frecuente, pero teme quedar varada en la laguna del Chairel.
“Antes me hacía unos 20 minutos del embarcadero al ejido, era rápido, pero ahora hasta una hora porque en el canal no podemos acelerar, el agua está muy abajo y los motores se pueden dañar y la reparación es muy cara, está sequía nunca la habíamos padecido, es algo muy grave”.
Los ejidos del Tamesí en Altamira son muy productivos en cuestión agrícola, sus habitantes siembran tomate, calabaza, entre otros productos.
Sin embargo, con el bajo nivel de la laguna de Champayán, los productores no pueden transportar muchas cajas en las lanchas, situación que les afecta y genera pérdidas económicas, porque deben dar más vueltas.
“No podemos sobrecargar las lanchas, antes sí se hacía y solo nos veníamos despacio, pero sabíamos que no íbamos a tocar fondo, pero con el bajo nivel sí podemos quedar atorados”, dijo el ejidatario Genaro Martínez.
Los habitantes de las comunidades más alejadas de la cabecera municipal, han tenido que recurrir a las brechas para llegar a la ciudad, ya no viajan en lancha.
“Tenemos que cortar camino por las brechas y en camioneta o carro movemos al centro, no conviene irnos en lancha porque se hace más tiempo y es más caro”.
En cada temporada de lluvias, las familias del Tamesí, tanto las que viven del lado de Tamaulipas como las de Veracruz, resguardaban sus pertenencias en las casas que no están cerca de las márgenes, pero hace más de 10 años que no se registra un desbordamiento.
La falta de lluvias representa un riesgo para los ejidos, ya que los cuatro canales de navegación se encuentran inhabilitados, solo pueden salir por el canal del puente.
“Desde la ribera del río Tamesí hasta aquí nos lleva una hora y media en llegar al muelle y antes eran 15 minutos y todo esto es porque la laguna está muy baja”.
Antes tenían la opción de llegar a otros embarcaderos, sin embargo ya no pueden hacerlo porque hay puro lodo, algunos pescadores usan palas para que las embarcaciones puedan pasar.
Por. Óscar Figueroa
Expreso-La Razón