CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- No hay fecha que no se llegue ni plazo que no se cumpla. Este domingo hay que ir a votar. Desde un día antes, El Caminante le dio una “pulidita” a su credencial del INE, para acudir a emitir su voto en la elección de presidente, alcalde, diputados y senadores.
Esto después de haber sufrido varias semanas de campañas y proselitismo, especialmente por parte de los tres aspirantes que desean llegar a “la grande”
Todo ciudadano sabe qué sufragar no solo es un derecho sino una obligación cívica. Sin embargo, resulta un poco frustrante que cada gobierno que se instala, encuentra una manera distinta de decepcionar a sus gobernados. Tal vez sea por esto qué cada proceso electoral resulta cada vez menos atractivo para el ciudadano común.
Con la llegada de las redes sociales, las campañas pasaron de estar en las calles promocionadas con pendones y banderines, a ser propaganda repetitiva y con alto grado de agresividad en el Facebook, X, (o Twitter) y demás plataformas digitales.
-¡Es qué de todos no se hace uno!-decía Doña Cata, al momento de entregarle el cambio al Caminante, tras acudir a comprar leche y pan para el desayuno con los políticos nunca se sabe oiga, al principio todos bien ‘modositos’, y luego le sacan sus trapitos al sol ¡uy no!
Pues sí son candidatos no ángeles bajados del cielo para arreglar los problemas de la vida doña Cata le respondió Don Tavo, el repartidor de tortillas qué había acudido a rellenar la hielera con ‘gordas’
¿Pero a poco me van negar que ya no se puede confiar en ‘niuno’ que si una es una rata del prian, que si la otra esta aliada con la gente mala, que si son pura comedia o que van a quitar las ayudas de gobierno respondió Doña Cata.
Uno realmente nunca va a estar seguro de la honestidad de nadie, sea candidato, alcalde o presidente.
Eso si es verdad dijo la dueña de la tienda la realidad es que uno siempre vota a ciegas, porque todos los candidatos presentan solo la ‘cara’ que les conviene.
Pues es lo que hay, ya tenemos mucho tiempo eligiendo el menos ‘pior’ dijo el ‘viejón’ de las tortillas.
¿Y usted por quién va a votar ‘Don’? pregunto Don Gustavo al Caminante.
¿Que pasooo? el voto es libre y secreto respondió el vago reportero
¡Ay si, ay y si! Y entonces todos esos que tienen lonas en sus casas con la carota de su candidata ¿a poco eso es muy secreto? contestó Doña Cata.
¡Ah bueno! eso es expresar simpatía por un candidato, pero la hora de la verdad es en la urna, al poner la marquita en la boleta.
Pues yo sé de mucha gente que está dispuesta a vender su voto por una despensa, y otros que anduvieron en la punta del pedo y les prometieron “güeso” sí ganan replicó la tendera.
A mi por ahí me dijeron qué hay alguien comprando votos a 1,500 pesos comentó Don Tavo ¿eso está mal, no?
Comprar votos es un delito muy grave Don Tavo, si los agarran con las manos en la masa hasta el botellón pueden ir a dar respondió el Caminante
Yo digo que hay que ir a votar, para que luego no anden diciendo qué no los tomaron en cuenta
Asi es Doña Cata, hay que ejercer el voto, es la verdadera arma del ciudadano para ratificar o para rechazar partidos políticos y sus candidatos dijo el Caminante.
Pues yo todavía no sé por quién votar, que si la “Sochil” que si la “Chenbam” o el otro que nunca me aprendo su nombre.
¡Jaimez! …o algo asi exclamó Don Gustavo al momento de recoger sus triques ya para retirarse.
Así como estás personas, el Caminante ha escuchado a muchas otras expresar la desconfianza que les inspira esta elección.
Y mucho de esto se debe a la desinformación que se vierte en las redes sociales día y noche, pues es un verdadero chiquero dónde la descalificación y la difamación hacen difícil distinguir lo real de inventado.
Una de estas prácticas es publicar supuestas encuestas en las que tal o cual candidato lleva la delantera, pero muchas de ellas resultan ser solo engaños.
Y qué decir de los supuestos audios, en los que les descubren declaraciones comprometedoras. O las ya famosas ‘fake news’ o noticias falsas, denunciando presuntas investigaciones a uno u otro contendiente.
Pobre del iluso que se tragué todos estas transas, pues su capacidad de elegir se verá afectada.
Pero más allá de los dimes y diretes de las campañas políticas, está el derecho constitucional de elegir libremente a los gobernantes de este país.
Así que ya no lo piense más y vaya a votar y aproveche para ir por la barbacoa. Demasiada pata de perro por esta semana.
POR JORGE ZAMORA
EXPRESO-LA RAZÓN