La trayectoria y los efectos de la tormenta tropical Alberto reavivaron la leyenda popular, cada vez más arraigada, de que una base extraterrestre protege a Tampico de los huracanes.
En efecto, el comportamiento de este último fenómeno meteorológico dio suficientes motivos a los creyentes de esta teoría: en algún punto del miércoles, todas las proyecciones apuntaban a que impactaría directamente en la zona conurbada, pero la ruta volvió a cambiar unas horas después hacia el sur, en las inmediaciones de la laguna de Tamiahua.
La madrugada del jueves, volvió a modificarse la trayectoria hacia el norte, directamente a la costa de Ciudad Madero, donde finalmente ingresó cerca de las 4:30 horas.
Pero algo pasó: una vez más, los tampiqueños se quedaron esperando los efectos de un ciclón, que en este caso serían fuertes lluvias y vientos de hasta 100 kilómetros por hora. Nada de eso ocurrió, mientras el resto del estado, y hasta otras entidades como Nuevo León y Coahuila, sufrían inundaciones, para el jueves por la tarde en Tampico, Madero y Altamira ya había un sol radiante.
El supuesto avivamiento de un ovni la noche previa al impacto también se viralizó en redes sociales, a lo que se sumó la imagen satelital del impacto del ciclón, que muestra cómo al momento de llegar a la zona conurbada pareciera abrirse para librar esta mancha urbana.
De hecho, según los especialistas, eso fue lo que ocurrió, pues Alberto era una tormenta tropical poco organizada que debido a las condiciones climáticas de la costa, terminó por fragmentarse.
Pero más allá de la explicación científica, lo ocurrido esta semana en Tampico sirvió para arraigar todavía más la creencia de que los extraterrestres protegen a esta ciudad.
EL NACIMIENTO DE LA LEYENDA
La leyenda se remonta a mediados del siglo XX, cuando la actividad ovni se reportó por primera vez en el área. Según los relatos, avistamientos de objetos voladores no identificados se hicieron frecuentes en la región, especialmente en las cercanías de la Playa Miramar.
Con el tiempo, estos avistamientos comenzaron a asociarse con la aparente inmunidad de Tampico a los huracanes devastadores que golpeaban otras partes de la costa del Golfo de México.
La teoría sostiene que los ovnis, provenientes de una base submarina ubicada en el Golfo de México que incluso tiene nombre según los defensores de esta versión (AMUPAC), intervienen para desviar las tormentas lejos de la ciudad. Esta creencia se ha visto reforzada por la falta de huracanes significativos que afecten directamente a Tampico desde el devastador Huracán Hilda en 1955.
El último huracán que impactó de lleno a Tampico causando graves daños fue el Inés en 1966.
Los defensores de esta teoría argumentan que la frecuencia y severidad de los huracanes en otras partes del Golfo contrastan con la relativa calma que experimenta Tampico. Para muchos residentes, la existencia de una base ovni es una realidad.
De hecho existe una asociación creada para estudiar y promover el fenómeno OVNI en la zona, la Asociación de Investigación Científica Ovni de Tamaulipas (AICOT), que actualmente es dirigida por el investigador Juan Carlos Ramón López Díaz.
La teoría de esta asociación es que Amupac, la base de los extraterrestres está sumergida en el mar, frente a las costas de Playa Miramar, donde existen unas compuertas, y una rampa que finalmente da acceso a la que en realidad es una gran cuidad alienígena. Algunas variantes de esta teoría incluso sitúan la “fundación” de esta base, en la década de los cincuenta y los sesenta, lo que explicaría que a partir de entonces, no han llegado más huracanes a la costa del sur de Tamaulipas.
LO EXPLICA LA CIENCIA
La ciencia en realidad sí tiene una explicación para el hecho de que no impacten los ciclones en Tampico desde hace mucho tiempo.
El profesor Irandi Gutiérrez, de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tec de Monterrey, explicó en un artículo publicado en la revista de esa institución, que para ello está relacionada la influencia de la temperatura del océano en el Golfo y la orografía de Norteamérica.
El hecho de que las aguas del Golfo son más frías de lo habitual puede atraer la masa de aire y provocar la desviación de los huracanes. También la masa de aire que ingresa por el Golfo tiende a desviarse hacia las planicies de Estados Unidos y el Istmo de Tehuantepec, generando zonas de bajas rachas de viento en algunas áreas de la costa del Golfo de México.
Es decir, la ubicación geográfica de Tampico, junto con factores ambientales y orográficos, contribuye a este fenómeno, pero queda claro que lo que dice la ciencia no ha logrado desplazar la creencia popular. Para los residentes, la protección de los ovnis es un símbolo de esperanza y un recordatorio de que hay fuerzas mayores, ya sean naturales o sobrenaturales, que cuidan de ellos.
Por eso, la historia de los ovnis protectores ha trascendido la simple anécdota local, convirtiéndose en un atractivo cultural y turístico. Cada año, entusiastas de los ovnis y curiosos de todo el mundo visitan Tampico con la esperanza de avistar algo inusual.
Esto ha dado lugar a una serie de actividades y eventos, como el “Festival del OVNI”. Además, la presencia de esta creencia ha fomentado un sentido de comunidad y cohesión entre los residentes, quienes encuentran en ella una forma de explicar y enfrentar los desafíos que presenta la naturaleza. Más allá del debate entre lo científico y la creencia popular, la zona conurbada ya es identificada en el país e incluso en el mundo, como el lugar que se siente protegido por los extraterrestres.
POR STAFF