Un total de 630 familias de ejidos aledaños a Llera de Canales fueron evacuadas tras el desbordamiento del río Guayalejo, que desde el viernes registraba un incremento en sus niveles, según alertó el Sistema Meteorológico Nacional (SMN).
El Ejército Mexicano implementó este sábado el Plan DN-III-E, evacuando aproximadamente a 630 familias de los ejidos Adolfo López Mateos, Guanajuato, Francisco Villa, Mariano Escobedo, Guadalupe y Escobedo, Providencia, Adolfo Ruiz Cortínez y la colonia Guanajuato del municipio de Llera de Canales en la zona centro del estado.
Las lluvias registradas en Tamaulipas en las últimas horas han provocado un aumento en los niveles de presas y ríos, como en esta ocasión el Guayalejo, que dejó incomunicadas varias comunidades del municipio. Por ello, se implementó el operativo para evacuar a las familias y llevarlas a un lugar seguro.
El viernes también se evacuaron familias en el municipio de Hidalgo, donde tras el desbordamiento del río Purificación, los habitantes de los ejidos Santa Fe y Rancho San Francisco quedaron incomunicados.
Fueron trasladados a bordo de tres unidades aéreas de la Guardia Estatal hacia el refugio temporal habilitado en el Rancho San Antonio.
Este sábado, el gobernador envió cuatro helicópteros para llevar alimentos y medicinas a los habitantes de la zona, además de realizar el traslado de una persona enferma a un centro hospitalario para su valoración médica.
Los pronósticos de lluvias continúan para Tamaulipas en las próximas horas. El Sistema Meteorológico Nacional informó que la zona de baja presión con probabilidad de desarrollo ciclónico sobre el occidente del Golfo de México se desplazará hacia las costas de Tamaulipas y Veracruz.
En interacción con la vaguada monzónica extendida sobre el sureste y sur del territorio nacional y con divergencia en altura, se generarán lluvias puntuales torrenciales en Tamaulipas y Veracruz.
Para la entidad se esperan lluvias intensas con acumulados de 150 a 250 milímetros, advirtiendo que las lluvias fuertes a torrenciales podrían ocasionar encharcamientos, inundaciones y deslaves, así como incremento en los niveles de ríos y arroyos.
Las rachas de viento fuertes a muy fuertes podrían derribar árboles y anuncios publicitarios.
Por Perla Reséndez
Expreso La Razón
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