CIUDAD VICTORIA, TAM.- Doña Eva hacía malabares con sus bolsas de plástico para cruzar la calle, y no porque hubiese muchos carros transitando, sino por el río verde amarillento que brotaba de una alcantarilla e inundaba de banqueta a banqueta el camino.
El Caminante observaba desde una tortillería cercana a la doñita, que extendía las piernas para pisar los pedazos de ladrillo que los vecinos habían puesto a manera de puente.
Algunos pasos atrás, otra joven mujer cargaba a su pequeño hijo en brazos tratando de mantener el equilibrio. Cuando parecía que la travesía iba a concluir con éxito, la joven madre resbaló y de un sentón fue a dar a mitad de un apestoso charco de lodo nauseabundo junto con el niño.
Un señor en bicicleta se acercó y sin temor a ensuciarse, auxilió a la mujer y su hijo a levantarse y caminar hacia la acera. – Ahí donde ve usted, eso pasa casi todos los días – dijo doña Pera, la trabajadora de esa tortillería. – ¿A poco sí? ¿dura mucho el arroyito de aguas negras en esta calle? – preguntó el vago reportero.
– Pues depende, si llega a llover de nuevo dura hasta una semana. – ¿De plano un cochinero? – ¡Uy no! si viera cómo sale el agua puerca de una alcantarilla que está aquí a la vuelta, ¡si hasta parece fuente! Este episodio se repite en un centenar de colonias y barrios de la capital desde hace décadas.
Cada que aparecen las lluvias y se forman encharcamientos, la red de drenaje y alcantarillado que en muchos tramos está colapsada, se satura de inmediato y brotan las aguas negras por toda Ciudad Victoria contaminando por doquier.
Pero las fugas de aguas negras no solo afean y apestan el paisaje urbano; las afectaciones a la salud de las personas son muchas.
Las aguas negras pueden contener bacterias, virus y parásitos que causan enfermedades como la hepatitis, el cólera, la disentería o la salmonelosis. Además, el contacto con la piel puede provocar irritación, erupciones y lesiones.
Estos apestosos escurrimientos además de ser molestos y dar mal aspecto, al calor del sol de su evaporación emanan gases que irritan las vías respiratorias y generan infecciones. Los encharcamientos de aguas negras son el ambiente ideal para criar larvas de mosquitos transmisores del dengue, chikungunya, fiebre amarilla y Zika.Por si fuera poco y aunque no se habla mucho de esto, la exposición a aguas negras puede causar problemas de salud mental como estrés, ansiedad y depresión. – Aquí cada que llueve la manzana se convierte en una chinampa, todas las calles se inundan como ríos y pa’ salir de la colonia solo hay de dos sopas, o te mojas las patas o sales en carro – relataba doña Pera.
– Si ya me ha tocado ver eso, ¡y hasta corriente lleva! – dijo el Caminante. – Lo malo es que ya cuando baja el agua, le toca el turno al ‘caldo de cagada’ ¡habría de ver el ‘mosquero’ que se hace aquí a dos cuadras, nombre ¡si hasta nata se le hace! y mire allá, de que sirve que hayan pavimento con concreto hidráulico si está todo enlamado, todo verdoso y resbaloso ¡mas de uno ha dado el azotón en esa calle!
El problema de la fuga de aguas negras tiene su raíz en el drenaje en mal estado. En el más sencillo de los casos, es una obstrucción en la red de alcantarillado que hace que el nivel suba y emerja a la superficie, esto tiene una solución sencilla pues un camión puede aspirar el ‘tapón’ y “arreglado Matamoros”.
El problema se vuelve más complicado cuando en algún tramo los tubos están colapsados o ‘apachurrados’, pues es necesario escarbar y reemplazar el tubo afectado para que los desechos vuelvan a fluir por los conductos subterráneos y no en las calles.
Lamentablemente el presupuesto municipal para reparar la red de drenaje es muy limitado y ni todos los trabajadores de Comapa trabajando al mismo tiempo todos los días del año, serían suficientes para dejarlo funcionando al cien.
Este es un problema que se corrige poco a poco, pero en todo caso los ciudadanos también pueden poner su granito de arena, evitando verter desechos de comida o grasientos al drenaje y no tirar basura en las calles que llegasen a tapar y obstruirlo.
Es importante tomar medidas para prevenir estos problemas de salud, denunciando cuántas veces sea necesario las fugas y evitando afectar la red de drenaje con basura y grasosos desechos de cocina. Demasiada pata de perro por esta semana.
POR JORGE ZAMORA