Las vacaciones de verano son una de las temporadas más esperadas del año porque ofrecen la oportunidad de escapar de la rutina, desconectar del trabajo y pasar tiempo de calidad con la familia, a través de viajes regionales y nacionales.
En ellos podemos conocer mejor nuestro país y generar recuerdos que serán atesorados con el tiempo.
Los viajes familiares en nuestro propio país son sumamente accesibles, ya que tenemos opciones como playas, montañas, bosques, ciudades históricas, ciudades comerciales y pueblos mágicos a pocas horas de distancia.
En términos de logística, no requieren de largos vuelos, presupuestos onerosos o grandes traslados. Lo que propicia una relajación para todos los miembros de la familia. Los viajes regionales no sólo son una opción más económica, sino también más sostenible porque reducen la huella de carbono correspondiente a los largos vuelos.
Entre otras cosas, genera un beneficio en las economías locales en los giros turísticos tales como hospedaje, alimentación y actividades recreativas, fomentando su desarrollo y creando conciencia cultural y medioambiental en los visitantes.
Un viaje a un destino regional como un pueblo mágico, ayuda a reconectar con las raíces culturales que aún se mantienen vivas en los pueblos.
Estos viajes son una ventana al pasado para conocer de manera inmersiva la historia viva de México, donde todos los miembros, pueden aprender detalles nuevos sobre la identidad nacional.
Las visitas a sitios arqueológicos, arquitectónicos o museos, también complementan la educación formal, despertando el interés y curiosidad de los más pequeños.
Para que el viaje sea más significativo para todos los miembros de la familia, es importante involucrar a cada uno en la planificación de las actividades, las fechas y destinos.
Así, cada integrante se sentirá tomado en cuenta y sabrá esperar el momento en el que se cumplirá su petición en la agenda del viaje, fomentando la paciencia, la integración y el respeto a los intereses de los demás.
En un viaje de vacaciones donde todos los miembros son mayores de edad, las dinámicas pueden ser distintas; pero si se tiene en común el objetivo de “relajación” o “disfrute”, conviene entender que cada integrante puede tener una definición distinta.
Mientras al padre de familia lo que le interesa es dormir hasta tarde, a la madre le podría interesar tomar fotos, y a los jóvenes hacer actividades acuáticas o de integración social.
Un consejo importante para la sana convivencia es respetar los intereses de cada quien, sin devaluar, controlar o imponer su voluntad a toda la familia.
En cambio, dejar espacios en la agenda para que cada quien “disfrute” como mejor le parezca. Para que las vacaciones sean mejor aprovechadas aquí se comparten algunas recomendaciones para viajes en auto de más de 5 horas con niños menores de 6 años:
1.- Planificar paradas frecuentes cada 2 o 3 horas para que los menores puedan estirarse, ir al baño y observar mejor el paisaje.
2.- Llevar snacks saludables como frutas, agua o bocadillos que sean fáciles de comer en el vehículo y que también sean sencillos de limpiar en caso de dejar migajas.
3.- Llevar a la mano juguetes, libros para leer o colorear y juegos interactivos para poder entretener a los menores.
4.- Puedes preparar una playlist con música infantil y cuentos cortos para escucharlos en el camino y mantener el interés y entretenimiento de los niños.
5.- Aunque vayas a la playa, lleva algún suéter y pantalón; y aunque vayas a la montaña, lleva short y trajes de baño, ya que nunca sabes qué puede depararte las aventuras que se presenten. Puede haber accidentes o cambios de temperatura que requieran ropa de repuesto.
6.- Verifica que la silla de auto para menores sea segura y esté correctamente instalada según la edad y peso del menor.
7.- Ajusta la temperatura del aire acondicionado del auto para que siempre esté fresco y confortable.
8.- Empaca una mochila con pañales, toallitas húmedas, crema para pañal, para mosquitos, para quemaduras, curitas, medicamentos básicos y otros esenciales al alcance de la mano.
9.- Empaca una almohada y mantas pequeñas para que los niños puedan descansar con mayor comodidad durante el trayecto.
10.- Ten en mente una lista de juegos verbales y de imaginación como el “veo, veo”, “crear historias juntos”, “caricachupas presenta”, “juego de la oca” y otros tantos que son divertidos para los menores.
11.- Desde que inicia el viaje informa a los menores cuántas horas serán de viaje, y dales un dato que puedan entender como “cuando se oculte el sol habremos llegado”, o “tardaremos lo que tarda una caricatura en la tele”, o “llegaremos cuando veamos a lo lejos las luces de la ciudad”.
12.- Si vas a tomar fotos solo en celular, asegúrate de tener suficiente espacio para imágenes y videos, o bien, si vas a llevar cámara profesional o semi profesional, carga unos días antes la batería, revisa los accesorios, drones o tripiés que consideres llevar.
13.- Y finalmente, asegúrate que el auto esté en perfecto estado, con llantas infladas, aceite y gasolina suficientes, además del seguro vigente.
Las vacaciones de verano, son una gran oportunidad para fomentar la unión familiar a través de viajes dentro de nuestro país, que contribuyen al desarrollo de nuestras comunidades, nos sensibilizan sobre las diferencias culturales y la preservación del patrimonio nacional.
Es un buen momento para descubrir rincones de nuestra región, para valorar la riqueza de nuestro territorio y al mismo tiempo, crear recuerdos familiares que durarán para siempre.
Y, aunque pareciera que los niños puedan ser muy menores para recordar los viajes, resulta que, con el paso de los años y la visualización de las fotos, recuerdan los lugares, las personas con las que viajaron, incidentes, juegos y en general las sensaciones que sintieron en su viaje a aquel lugar. Y si, lo atesoran en el corazón y forma parte de su bagaje cultural.