De acuerdo con el calendario oficial, hoy inician las actividades escolares de nivel profesional. Y presumo que la matrícula que registran las aproximadamente 600 universidades públicas y las cerca de mil privadas, no involucra a todos los aspirantes a continuar sus estudios, merced a la falta de recursos económicos o, simple y llanamente, por no haber alcanzado cupo en ninguna las escuelas públicas.
En torno a ello, los estudiosos del fenómeno advierten que la falta de oportunidades para acceder a la educación profesional es un problema potencialmente explosivo para el país.
Esto fortalece la hipótesis de que lejos de la tan traída y llevada modernización educativa, la enseñanza superior en México continúa sin ser atendida adecuadamente.
Ante esa apreciación resulta válido especular en que a lo largo del ciclo escolar que apenas comienza pudieran contaminarse algunas instituciones públicas ajenas a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y al Instituto Politécnico Nacional (IPN), que hoy enfrentan conflictos serios por su incapacidad para atender la demanda estudiantil, como las del sureste donde se amenaza con plantones y marchas por parte de paterfamilias y los aspirantes rechazados para cursar una carrera.
El problema, también, lleva a recordar que, según los cálculos que el jefe del Ejecutivo Federal hizo al inicio de su régimen, sí era posible aumentar del 5 al 8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) al ramo educativo.
Pero en la práctica a la educación superior sólo se le destina el uno por ciento del PIB.
Supuestamente los puntos adicionales que se destinarían a la educación saldrían de una reforma fiscal integral que, de entrada, aumentaría en seis puntos porcentuales del PIB los ingresos públicos.
Instituciones relegadas
Sumida en la inercia, improvisación y perspectivas a corto plazo, la educación superior transcurre entre la crisis y la baja calidad derivada de una política de abandono por parte del Gobierno Federal, que por un lado deja a la inversión privada toda posibilidad de expansión (al brindarle múltiples facilidades para ello) y por la otra recorta el financiamiento a las instituciones públicas.
La disminución en la calidad de la enseñanza se ve influenciada por otros aspectos como el porrismo, la presencia de fósiles y la multiplicación de profesores adjuntos; además de la creación de virtuales centros operativos de guerrilla dentro de varias instituciones.
Especialmente en Guerrero, Sinaloa, Puebla y la Ciudad de México.
Derivado de ese sentimiento de orfandad en que se encuentran, las instituciones de educación superior son campo fértil para que proliferen los grupos estudiantiles que se dedican a cometer actos vandálicos; existe la presencia de cuando menos 160 mil estudiantes extemporáneos –son los que debiendo concluir sus estudios en un plazo normal de cinco años siguen acudiendo ‘a clases’–, y miles de maestros adjuntos subempleados viven con la promesa de llegar algún día a ocupar una plaza titular.
Son ellos los que hacen el trabajo de las eminencias y catedráticos que por estar ocupados en otras tareas dejan la mayor carga de responsabilidad a sus auxiliares.
Así, se estima que a nivel nacional existen más de 40 mil alumnos-maestros con carácter de adjuntos, los que con frecuencia imparten la materia, aplican exámenes y llevan el rol de calificaciones y asistencia.
El documento intitulado ‘Programa estratégico de desarrollo de la educación superior’, elaborado por la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies), revela la trayectoria que ha seguido este rubro en los últimos 40 años.
Ahí se destaca que el Gobierno ha dejado que la educación privada se desarrolle en medio de contradicciones, nulo crecimiento e insuficiencia de financiamiento, pero con un amplio margen para comercializar la educación.
Por eso no le extrañe si en los próximos días se multiplica la protesta de los estudiantes que no alcanzaron lugar en las aulas de las instituciones de educación profesional.
A la vanguardia
Este lunes 19 de agosto, también, la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) reanuda sus actividades escolares en todas sus facultades, unidades académicas y escuelas preparatorias en sus ocho sedes.
Con ese motivo, el rector Dámaso Anaya Alvarado da la bienvenida a la comunidad estudiantil que se reincorpora a sus clases, así como a estudiantes de nuevo ingreso.
A quienes por primera vez inician su formación en la casa de estudios, el rector les desea el mejor de los éxitos, subrayando que ingresan a la mejor institución de educación superior de nuestra entidad, en la que serán parte de una juventud activa y comprometida que participa día a día en la transformación de Tamaulipas y de México.
POR JUAN SÁNCHEZ MENDOZA
Correo: jusam_@hotmail.com