Tras “barrer” en la cámara de diputados, Morena y aliados están a tres votos de obtener mayoría calificada en la de senadores. Para ello han de contar con la colaboración de legisladores de otros partidos que podrían ser Aracely Saucedo Reyes y José Sabino Herrera del PRD y alguien más cuyo nombre hasta la hora de escribir estas líneas era desconocido. En este sentido el columnista supone estaría entre Alejandra Barrales y Amalia García, ambas pertenecientes a Movimiento Ciudadano con largo historial de lucha.
Recordéis que la primera se destacó como lideresa del movimiento contra el gobierno que de manera arbitraria despidió a 5 mil sobrecargos de Mexicana de Aviación en proceso de desaparición en el año dos mil, debido a la complicidad del PRI y PAN. A partir de entonces Alejandra se convirtió en símbolo, participando en regímenes democráticos como los encabezados por Lázaro Cárdenas Batel en Michoacán y Marcelo Ebrard en la CDMX y desde luego en cargos legislativos de nivel variado.
Por su parte Amalia originalmente fue integrante de Partido Comunista y fundadora del PRD al lado de Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo y por supuesto López Obrador. Ya sabéis que los señalados y otros y otras, más tarde formarían Morena, renunciaron al perredismo, “porque los objetivos y valores que le dieron autoridad y cohesión se desdibujaron siendo sustituidos por intereses personales”, según la carta firmada por la señora García.
El asunto es que Morena está a punto de alcanzar la mayoría calificada en la cámara alta con lo que será posible hacer realidad algunas reformas pendientes, principalmente la judicial que resultará fatal para la mafia que controla la SCJN convertida de acuerdo a incontables evidencias, en principal cómplice de la corrupción y el saqueo y por lo mismo, promotora de la impunidad que disfruta la delincuencia de cuello blanco y otros poderosos infractores de la ley. Y ni modo que sea invento.
A estas alturas los reaccionarios respiran por la herida. El PAN, por ejemplo, recién interpuso un recurso de inconformidad ante el poder judicial en el objetivo de echar atrás la repartición de pluris realizada por el INE y ratificada por el TEPJF, calificándola de “sobre-representación”, cuando solo es producto de la voluntad popular manifestada en las urnas el 2 de junio y de la ley vigente en la materia. A los nietos de Porfirio Díaz les caló y muuuuy hondo en la parte donde termina la espalda, que la mayoría mexica decidiera la permanencia de la 4T.
De manera que la reforma judicial va, (ya fue aprobada en comisiones y queda lista para que la próxima legislatura la vote en el pleno), a pesar del papelón de una parte de la burocracia que mediante un “paro loco”, manifestaciones y plantones bajo consigna, creen detener la marcha de la historia. En este caso para AMLO satisfactorio será consumar una de las prioridades de su régimen, antes de jubilarse e irse a donde ustedes ya saben.
También les debió calar la reciente encuesta publicada por El Universal que destaca aprobación del 73 por ciento ciudadano a la terea realizada por el Presidente de México, quien, dicho sea, disfrutó al presumirlo en “la mañanera” del lunes anterior.
SUCEDE QUE
La decisión de AMLO de “pausar” relaciones con las embajadas de EU y Canadá no significa rompimiento con sus gobiernos, pero sí enérgica advertencia de que la soberanía nacional no se toca. Bien que doña Claudia lo respalda anticipando que a partir de octubre hará lo propio. Y no le busquen porque cuando una hembra habla, hay que escucharla con especial atención.
Y hasta la próxima
POR MAX ÁVILA