La única bancada de la LXVI Legislatura de la Cámara de Diputaciones que cuenta con más mujeres que hombres es la morenista: de un total de 257 curules, 142 están ocupados por mujeres (55.2 por ciento) y 115 por hombres (44.8 por ciento); con una brecha de género en favor de ellas, de 10 puntos porcentuales.
Aun cuando existe un mandato que obliga a integrar a la legislatura de la Cámara de Diputaciones de manera paritaria, es decir, con al menos 250 diputadas, la paridad no se revisa por partido político. Este es el motivo por el cual no todas las bancadas están integradas un 50% de mujeres, por lo menos.
Esta situación impera en las bancadas de los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI), Partido Verde Ecologista de México (PVEM), el Partido del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano (MC).
Es así como el PAN, que cuenta con 71 curules, 38 están en manos de hombres, lo que representa el 53.5 por ciento y solo 33 espacios son de mujeres; mientras que el PRI suma 36 integrantes en su bancada, de los cuales solo el 38.8 por ciento son mujeres, es decir, 14, lo que lo identifica como el partido con más amplia brecha de género en perjuicio de las mujeres.
Por su parte, el partido verde obtuvo 60 diputaciones, 25 para ellas y 35 para ellos, cantidades que representan proporciones de 42 y 58 por ciento, respectivamente; en cuanto a la bancada petista, 21 mujeres y 26 hombres conforman el total de 47 diputaciones, con una brecha de género de poco más de diez puntos porcentuales.
Movimiento Ciudadano es el partido con las proporciones más paritarias: de un total de 27 curules, 13 está ocupadas por mujeres (48.1 por ciento) y 14 por hombres (51.9 por ciento). Una brecha de menos de cuatro puntos porcentuales.
El resto de las diputaciones para sumar la integración total de 500, son las de dos mujeres: una del Partido de la Revolución Democrática y la otra independiente.
Si bien es cierto, la representación paritaria en el Congreso es la meta, la verdadera justicia en materia de paridad debe de darse al interior de los partidos políticos. El trabajo de las militantes se debe reconocer en igual proporción que la de ellos.
No olvidemos que es al interior de los partidos es el ámbito en el que se reportan la mayor cantidad de casos de violencia política en razón de género, por lo que es imperante que las mujeres militantes impulsen y exijan igualdad de condiciones para acceder a los cargos de representación popular y no esperar a que la paridad se cumpla con las mujeres de otros partidos como en este caso, las de Morena.
Solo la lucha de la militancia por la igualdad en la representación, al interior de sus partidos, permitirá que, en el corto plazo, se eliminen esas brechas de género.
¿Usted, qué opina?
POR NOHEMI ARGÜELLO SOSA