Sigue vigente el guion preestablecido, el script, hoja de ruta, interpretación del mundo, los valores y propósitos de la #CuatroTe puntualmente acogidos por la candidata y luego refrendados en calidad de Presidenta, como un acto deliberado de congruencia.
Entre las novedades de la primera conferencia matutina, este miércoles 2 de octubre, el blanco se impone como estilo personal de gobernar. Parecería el tono anímico que personifica al nuevo sexenio.
Misma claridad desde su atuendo del martes cuando rindió protesta, refrendada en su blusa de cuello alto, ya en la charla del Salón Tesorería.
Blanco en las mamparas de fondo, donde antes imperó el guinda, con figuras emblemáticas del panteón obradorista. En 2022 FLORES MAGÓN; VILLA en 2023 y CARRILLO PUERTO en 2024.
Aunque en paralelo CLAUDIA refrenda hábitos básicos de su antecesor. Vive en Palacio, en el mismo departamento que mandó hacer FELIPE CALDERÓN y donde habitó ANDRÉS MANUEL. Igual conversa con medios al empezar el día.
Evocando la masacre de 1968 presentó un video y después a PABLO GÓMEZ, conocedor de la materia, exlíder universitario, preso político, exmiembro del Partido Comunista, presidente del PSUM, fundador del PRD y MORENA.
Detalle cuestionable, el que PABLO, el video y la misma CLAUDIA coincidan en focalizar la culpa en GUSTAVO DÍAZ ORDAZ. Sin negar lo anterior me permití comentarlo en la #RedX, recordando el papel determinante que jugó LUIS ECHEVERRÍA, entonces secretario de Gobernación, instigador y coautor principalísimo de dicho episodio genocida. (https://tinyurl.com/23qpakfh).
CUESTIÓN DE ESTILO
Otra curiosidad en la nueva narrativa iría dirigida a quienes magnificaron aquel tropezón en la toma de protesta, cuando llamó “presidente” a LÓPEZ OBRADOR para luego corregir y mencionar a su antecesor solo por sus apellidos.
Pero todo indica que la mandataria le pensó mejor y ya adoptó el mote de “presidente” para referirse al tabasqueño. Hábito que, por cierto, existe en Estados Unidos, donde les siguen llamando con dicho título a TRUMP, OBAMA, BUSH y CLINTON.
Práctica que intentó imponer en México VICENTE FOX, recibiendo por respuesta una negativa abrumadora entre las oposiciones de entonces (PRI, PRD, PT).
Era patente que FOX tuvo serios problemas para abandonar la silla. Hasta los días finales del mandato se aferró a su despacho y durmió en Los Pinos.
Luego mandó hacer en el rancho de San Cristóbal, una réplica exacta de su oficina como presidente, de donde (según versiones) se llevó algunos muebles, incluyendo la bandera nacional.
De dicha nostalgia anticipada le vino a VICENTE su insistencia en seguir siendo llamado “presidente”, aunque a nadie gustó y nomás le dicen así cuando visita Estados Unidos.
Otro detalle interesante es el sobrenombre de “mañanera” impuesto a las conferencias matutinas en 2018. En el vocabulario de la calle, habitual entre reporteros, parece un homenaje indirecto al programa televisivo “El Mañanero”, por entonces muy exitoso, que conducía VICTOR TRUJILLO, “Brozo”, en Televisa.
Se trata de un albur velado, en referencia al encuentro íntimo de cualquier pareja al empezar el día. Al menos así se entiende en el lenguaje de cantina.
En algún momento, el propio AMLO aceptó ese sobrenombre impuesto por el sabio pueblo a sus emisiones diarias. La conferencia mañanera, vulgo, la “mañanera”.
¿Deben seguir llamándola así o simplemente matutina, acaso matinal?… Difícil saber si el equipo de comunicación hoy a cargo de la periodista PAULINA SILVA conoce el origen y evolución de dicho mote (matutina, mañanero, mañanera).
PAULINA es licenciada en Comunicación y Periodismo por la UNAM, con maestría en Imagen Pública y amplia trayectoria en medios como MVS Radio, Excelsior y Grupo Imagen. También en medios públicos como es la XHCDM-TDT, televisión estatal de la Ciudad de México.
ESPADA LEGENDARIA
Déjeme le cuento que conocí hace varias décadas a quien era representante en México del grupo guerrillero “M-19”. Un colombiano corpulento, de trato muy intenso y charlista consumado.
Me contó la historia del nombre. Casi un hito para los estudiosos en materias como publicidad y propaganda. En Caracas y otras ciudades de aquel país, un buen día empezó a circular un mensaje anunciando el lanzamiento de algo a lo que llamaban, en efecto, “M-19”.
Repiqueteaba en radio, TV y grandes cartelones urbanos. “Ya viene”, decían y la gente pensó que se trataría de alguna campaña comercial, marca de detergente, insecticida, acaso una bebida, alimento o tal vez negocio.
En enero de 1974, un grupo de hombres armados asaltó el Museo Quinta de SIMÓN BOLÍVAR en Bogotá y se robó la espada del libertador, prometiendo que sería devuelta cuando sus ideales de justicia y libertad se cumplieran.
La espada anduvo viajando. Fue llevada a Panamá, después a Cuba y, por gestiones (entre otros) de GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ, sería finalmente devuelta a la autoridad de Bogotá en 1990.
Raras sincronías, en su reciente visita, el presidente colombiano GUSTAVO PETRO declaró a la prensa que CLAUDIA SHEINBAUM siendo muy joven, “fue colaboradora y militante del M-19 en México”, país que otorgó asilo a guerrilleros perseguidos.
Feliz coincidencia, un hijo del GABO, de nombre RODRIGO GARCÍA BARCHA, estuvo casado unos años con ADRIANA SHEINBAUM PARDO, procreando dos hijos con ella. La dama es hermana de CLAUDIA y vive en Los Ángeles.
Los orígenes de PETRO están, precisamente, en el citado “Movimiento 19 de Abril”. Trinchera que ya convertida en partido, formaría parte del Pacto Histórico entre organizaciones populares que hizo posible su triunfo en 2022.
POR CARLOS LÓPEZ ARRIAGA
BUZÓN: lopezarriagamx@gmail.com
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