La senadora Maki Ortiz Domínguez ha hecho historia en Tamaulipas por varias razones, la principal, porque es una política aguerrida que no se dobla ni se arredra ante la adversidad, por más fuerte y riesgosa que esta resulte.
Gracias a ello, en el 2016 ganó la alcaldía de Reynosa y luego no solamente superó las maniobras urdidas por el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca para someterla, sino que terminó por doblegarlo, que no es poca cosa.
En el 2018 logró la candidatura a presidenta municipal en contra del parecer y la voluntad del jefe político de la entidad, que trató de imponer a Jesús María Moreno Ibarra, pero que ante el arrastre de Maki, El Chuma terminó por declinar.
Tres años más tarde, en el 2021, se reeligió con la camiseta de Morena derrotando al pupilo de CDV y para culminar su hazaña volvió a derrotar, esta vez por mediación de Carlos Peña Ortiz, su hijo, al candidato impuesto por el exgobernador, El Cachorro Luis René Cantú Galván, victoria que, con el respaldo del presidente López Obrador, dejó herido de muerte al cabecismo en la ciudad fronteriza.
Pero no paró ahí, en el 2022 peleó a Américo Villarreal Anaya la candidatura de gobernador y cuando este logró la postulación impugnó el resultado de las encuestas, aunque cuando el TEPJF lo ratificó se sumó a su campaña del elegido.
Ahora trata de impedir que metan mano al municipio.
Como resultado a la reforma a la ley de aguas de Tamaulipas, se han dispuesto varias medidas, entre estas la actualización de los consejos de administración de los organismos operadores del agua para subsanar los vicios y anomalías que la quejan, y, al mismo tiempo, ayudar a mejorar el servicio a la comunidad.
Todos los munícipes acataron la disposición o al menos se quedaron callados, excepto el de Reynosa, Carlos Peña, quien recurrió al amparo e interpuso una controversia constitucional para impedirlo porque, desde su óptica, la disposición viola el artículo 115 de la carta magna.
¿Logrará Carlitos o mejor dicho Maki Ortiz mantener a los legisladores al margen de la comisión de agua potable del municipio fronterizo? No se sabe, pero, independientemente del desenlace del caso, todo indica que el desacuerdo podría dar pie a consecuencias políticas.
Mientras tanto, en Tampico el regidor del PAN, Mon Marón, aprovechó que la autoridad sanitaria impidiera a la regidora Carmen Díaz Barrios ofrecer consultas médicas en la sala de regidores para empezar a construir su liderazgo.
Seguramente el 2027 el edil disputará otra vez la candidatura de alcalde que le gano Rosa María González y se ha propuesto llegar fortalecido a la contienda.
A propósito, el regidor Alberto Sánchez Neri le dio a la alcaldesa Mónica Villarreal una probadita de las acciones que habitúa tomar para obligar al gobierno porteño a meter a la nómina a los miembros del grupo político que capitanea.
Es la misma táctica de su homólogo Cuitláhuac Ortega Maldonado que a principios de del año, en plena crisis hídrica, presionó a las autoridades de la Comapa para que le abrieran un espacio en el presupuesto a sus incondicionales.
Y más valdría a la primera autoridad que actuara con energía, porque son insaciables.
Para cerrar, contra lo que sucede a nivel nacional, en la asamblea anual de juezas y jueces del poder judicial de Tamaulipas, efectuado en ciudad Madero, el secretario general de gobierno, Héctor Villegas, el presidente del Supremo Tribunal del poder judicial del Estado, David Cerda, y el de la Asociación de Juezas y Jueces, así como el alcalde Erasmo González, que asistió como invitado de honor, coincidieron en reafirmar que el trabajo colectivo se alinea al gobierno humanista de Américo Villarreal, en el sentido de que “jueces y juezas caminamos juntos por la paz y la justicia”.
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