MÉXICO.- La “teoría de la cebolla”, formulada por el psicólogo Irwin Altman y su colega Dalmas Taylor en los años 70, es un modelo utilizado para entender cómo se desarrollan las relaciones interpersonales y cómo las personas construyen su intimidad a lo largo del tiempo. Esta teoría sugiere que las relaciones humanas se asemejan a una cebolla en el sentido de que, al igual que las capas de una cebolla, las relaciones deben desvelarse poco a poco.
Según este modelo, las personas comienzan interactuando en niveles superficiales y, con el tiempo, pueden ir despojándose de “capas” emocionales más profundas a medida que la confianza y la conexión aumentan. El proceso es gradual, y las capas externas representan aspectos más generales o triviales de la vida de una persona, mientras que las capas internas reflejan emociones, creencias y experiencias más íntimas.
EL MODELO DE CAPAS Y LA INTIMIDAD GRADUAL
En este contexto, la teoría de la cebolla propone que las relaciones deben avanzar de forma paulatina, con una progresión lógica desde el nivel superficial hasta el más profundo. En las etapas iniciales de una relación, las personas tienden a compartir información de carácter general, como su ocupación, pasatiempos o intereses comunes. Estos son aspectos más fáciles de revelar y no requieren de un gran nivel de vulnerabilidad. A medida que la relación se fortalece, las personas pueden comenzar a compartir detalles más personales y sensibles, como sus miedos, valores, inseguridades y deseos más profundos. Esta gradualidad es fundamental para establecer una conexión genuina, ya que evita que una persona se sienta abrumada o que la relación avance a un ritmo incómodo.
LA IMPORTANCIA DE LA CONFIANZA Y EL RESPETO
Uno de los aspectos centrales de la teoría de la cebolla es el papel crucial de la confianza en el proceso de apertura y desvelamiento de las capas más profundas. Para que una relación avance de manera saludable, ambas personas deben sentir que pueden compartir aspectos más personales sin temor a ser juzgadas o rechazadas. El respeto mutuo es otro factor esencial, ya que permite que cada individuo se sienta seguro en cada fase del proceso.
De hecho, este proceso gradual de revelación no solo implica la disposición a compartir, sino también la capacidad de escuchar y validar lo que el otro está revelando. La reciprocidad es clave en este modelo: las relaciones más profundas se construyen a partir de un intercambio continuo de vulnerabilidad y empatía.
APLICACIONES DE LA TEORÍA EN LA VIDA COTIDIANA
La teoría de la cebolla tiene implicaciones prácticas en diversas áreas, desde la psicoterapia hasta las relaciones personales cotidianas. En el ámbito terapéutico, por ejemplo, los psicólogos aplican este modelo para ayudar a los pacientes a abrirse gradualmente y explorar sus emociones más profundas en un ambiente seguro. Asimismo, la teoría puede servir para entender por qué algunas personas tienen dificultades para establecer relaciones íntimas rápidamente, ya sea por experiencias pasadas de traición, falta de confianza o miedo al rechazo. En las relaciones personales, este modelo también es útil para aquellos que buscan mejorar la calidad de sus vínculos, ya que ofrece un marco para comprender que la intimidad genuina no se logra de inmediato, sino que requiere tiempo, paciencia y una evolución natural en la comunicación y la conexión emocional.
CON INFORMACIÓN DE EL HERALDO DE MÉXICO