En un ambiente que mezcla la esperanza con la necesidad, Tamaulipas se prepara para enfrentar el desafío de transformar la vida de sus comunidades más vulnerables.
Esta semana, la secretaria de Bienestar Social, Silvia Casas González, lideró una reunión con alcaldes y funcionarios de 40 municipios del estado, para trazar el camino que tomará el Fondo de Infraestructura Social para las Entidades (FISE) 2025.
Este fondo, clave para el desarrollo del estado, se perfila como la herramienta que, bajo la política social de la administración de Claudia Sheinbaum, priorizará el acceso al agua, una de las demandas históricas en Tamaulipas.
Silvia Casas, una funcionaria con experiencia y discurso preciso, dejó claro que el próximo ejercicio fiscal estará alineado con la directriz nacional: garantizar derechos básicos que promuevan el desarrollo sostenible.
La infraestructura hidráulica será la prioridad, y no es para menos, pues en un estado donde la marginación golpea con mayor fuerza en las zonas rurales, asegurar el acceso al agua no solo es una necesidad, sino una obligación ética y política.
En Tamaulipas hay muchos retos por delante, pero el gobierno de Américo Villarreal ha dejado claro que tiene un compromiso de trabajar de la mano con los alcaldes para que los recursos del FISE lleguen a donde más se necesitan.
Esto refleja que parte del cambio en el estilo de gobernar no se trata solo de repartir recursos, sino de diseñar estrategias integrales que impacten de manera positiva en la calidad de vida de las familias tamaulipecas.
El Fondo del que se habló a los Alcaldes del estado es el eje de la política de infraestructura social, pero no el único, pues hay otros programas que complementan esta visión, como Gestores Sociales, Alimentando tu Bienestar y los Comedores de Bienestar.
Con esos programas, el gobierno busca atacar la marginación desde distintos frentes: seguridad alimentaria, generación de empleo temporal y fortalecimiento del tejido social.
También es clara la intención de la Secretaría: construir una cartera de proyectos con potencial real de transformar comunidades.
Esta estrategia busca dejar atrás las malas prácticas del pasado, donde los recursos se perdían en obras sin impacto o se diluían en trámites burocráticos.
En esa reunión también se habló de que a pesar de los avances en la planeación, existe el reto de implementar estas políticas es monumental.
Con Claudia Sheinbaum a la cabeza del gobierno federal y Américo Villarreal en Tamaulipas, la alineación entre ambos proyectos políticos busca consolidar una narrativa de continuidad y progreso.
La inclusión de la infraestructura hidráulica como prioridad refleja un guiño a una de las principales promesas de la administración federal: garantizar los derechos básicos a los ciudadanos.
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