TAMPICO, TAMAULIPAS.- Sin duda alguna, Tampico es a nivel nacional la ciudad tamaulipeca más conocida, incluso en más de una ocasión, algún artista o político distraído la ha confundido con la capital de la entidad.
Pero contrario a lo que muchos pueden pensar, el puerto jaibo sí ha sido capital de Tamaulipas en diversas etapas de nuestra turbulenta historia nacional.
EL PRIMER CASO SE REGISTRÓ EN TIEMPOS DE SANTA ANNA
Octavio Herrera refiere que el primer caso de capitalia en el puerto se da cuando Santa Anna nombró para gobernador de Tamaulipas a un militar de su confianza, el general Ignacio Gutiérrez.
Sin embargo, el nuevo marco jurídico otorgó suficiente autonomía a las asambleas departamentales, que en el caso de esta entidad, pronto le hizo un contrapeso importante a este jefe militar, incómodo por tener que gobernar desde Ciudad Victoria, cuando él estaba más acostumbrado a las campañas y a la fiscalización aduanal, decidió trasladar los poderes del departamento a Tampico, por lo que solicitó al gobierno nacional el traslado oficial de la capital hacia el puerto.
Por no poder realizar el cambio por la oposición de la asamblea departamental, Gutiérrez, con su investidura de gobernador, partió rumbo al puerto en el mes de junio de 1844, haciéndose acompañar por su secretario y asesor, el potosino liberal Ponciano Arriaga.
A fines de ese año, se generó en el país un rechazo contra Santa Anna, detonado por un pronunciamiento que estalló en Guadalajara.
En Ciudad Victoria fue apoyado el movimiento antisantanista y la asamblea departamental desconoció a Gutiérrez, que permanecía en Tampico, quien se vio acorralado por las nuevas circunstancias y la caída de su principal.
A fines de 1852 Tampico fue capital tras la guerra contra Estados Unidos, en nuestra entidad se realizó una disputa por el poder local entre Vital Fernández y el dúo Jesús Cárdenas-Antonio
Canales Rosillo, intentando el primero, a principios de 1850 y de manera fallida, un golpe de estado que culminó con su asesinato.
Sin embargo, el presidente de la república que apoyaba al dúo en cuestión fue derrocado y el nuevo mandatario nacional ordenó que fueran desplazados estos políticos, entrando a la escena estatal de nueva cuenta don Ramón Prieto, quien en las pasadas elecciones había perdido la contienda con Cárdenas.
El nuevo gobernador propuso la necesidad de trasladar momentáneamente los poderes gubernamentales a Tampico, con el argumento que ahí conseguiría los recursos económicos necesarios para gobernar, aunque señaló que regresaría en febrero de 1853 a instalar el Congreso en Ciudad Victoria.
Finalmente, Prieto fue derrocado y con la llegada de Antonio López de Santa Anna a la presidencia, se nombró al general Adrián Woll como nuevo gobernador de Tamaulipas con sede también en
Tampico.
EL INTENTO DE CAPITALIA POR PARTE DE LOS CONSERVADORES
Debido a la heroica defensa realizada por los conservadores en Tampico y al triunfo definitivo que tuvieron sobre los constitucionalistas el 14 de mayo de 1858, la atención de la república se fijó en el puerto.
El periódico de la Ciudad de México, La Sociedad, escribiría al respecto: “por lo que merece todo género de protección de parte del supremo gobierno”.
En los últimos tres años, esta ciudad del suroeste tamaulipeco había sido sitiada tres veces por las fuerzas al mando de Juan José de la Garza, quien, según la prensa conservadora de la época, cometió diversos abusos, dignos del más alto castigo; echándose sobre buques, cargamentos, correspondencia, fincas rústicas y cuanto pudo.
Todo ello trajo consigo la paralización del comercio, acrecentándose la crisis sobre todo con el ultimo asedio, el cual duró 48 días ininterrumpidos.
Por todo lo anterior, los afines al Plan de Tacubaya de la capital del país, estaban seguros que Tampico merecía todas las atenciones y cuidados del supremo gobierno, y que tal protección no podía ejercerse más convenientemente que declarando al puerto capital de Tamaulipas.
Sobre eso, el periódico la Sociedad diría: “En una declaración tal, no todo se debería al favor. Dejando a un lado los malos antecedentes políticos de Ciudad Victoria, la antigua capital, Tampico es la población más ilustrada del Departamento; la ciudad que tiene más rentas y que subviene casi por si sola a los gastos de aquella administración; finalmente, en Tampico tiene el supremo gobierno necesidad de conservar hoy una fuerte guarnición, a causa de los peligros que de parte de la frontera septentrional nos amenazan, hasta esta circunstancia haría que el gobierno departamental residiese allí con mayor decoro y estuviese menos expuesto a las intentonas de sus enemigos.”
JUAN JOSÉ DE LA GARZA GOBERNADOR
Octavio Herrera señala que, tras reorganizarse los liberales de Tamaulipas, ocuparon Tampico el 26 de agosto de 1858; con ese acto los conservadores perdieron el único puerto que tenían en el Golfo de México, quedando aislados de recibir ayuda directa de las potencias europeas que simpatizaban con su causa.
Fue José María Carbajal quien se apoderó de la plaza al frente de cuatrocientos hombres, defendida en ese momento del general conservador Tomás Marín.
Juan José de la Garza, yerno del ex gobernador Prieto, llegó tres días más tarde y con su arribo a Tampico volvió a desempeñar de facto la titularidad de capital del estado, al dictaminar desde aquí importantes medidas de gobierno, entre las que figuró el decreto de creación del Colegio de San Juan en la ciudad de Matamoros, la primera institución de estudios superiores en la entidad; así como el decreto de la formación de las villas de Quintero y Nuevo Morelos.
TAMPICO EN TIEMPOS DE MAXIMILIANO
En 1865 con la nueva subdivisión territorial ordenada por el emperador Maximiliano, nuestro estado se convirtió en dos Departamentos: Tamaulipas y Matamoros, teniendo el primero como capital Ciudad Victoria, mientras que el segundo tendría como cede de gobierno la heroica ciudad de Matamoros.
La división de ambos sería el río Blanco, de Padilla o de Soto la Marina en toda su corriente, desde que toca los lindes del Departamento hasta su desembocadura en el mar.
En 1865, tras el avance de las tropas del general Pedro J. Méndez, las autoridades imperialistas con sede en Victoria tuvieron que evacuar la plaza. Toribio de la Torre en su calidad de prefecto de
Tamaulipas, arribó a Tampico el 3 de octubre de 1865.
El 11 del mismo mes, la Prefectura quedó establecida de forma temporal en dicho puerto, a reserva de lo que dictaminara Maximiliano I.
Durante su estancia en Tampico, don Toribio colaboró estrechamente con los franceses, tanto en funciones administrativas como militares.
EN TIEMPOS DE LA BOLA TAMPICO FUE CAPITAL
En noviembre de 1913, tras la toma de Victoria por parte de los carrancistas, el gobernador Rábago en su huida, dispuso que la capital huertista se trasladara a Tampico, siendo nombrado tiempo después el general Ignacio Morelos Zaragoza como su sustituto.
Tras esos acontecimientos, nuestra entidad tuvo dos gobernadores a la vez, con injerencia cada uno, en los municipios en poder de sus respectivas facciones.
El nuevo gobernador, no solo tuvo que sortear los embates de los revolucionarios, si no también una crisis binacional que desencadenó en la ocupación americana de Veracruz, pues en Tampico tuvo su origen este conflicto.
Para 1914, el puerto de Tampico era el segundo en importancia para México, y por consecuencia para el gobierno huertista, debido a las instalaciones petroleras inglesas y estadunidenses que operaban en la zona.
Finalmente, la ciudad cayó en mayo de 1914 en poder de la revolución y con ello dejó de ser capital provisional de Tamaulipas.
LA ÚLTIMA VEZ QUE TAMPICO FUE CAPITAL
A fines de 1923 la guerra se asomaba de nueva cuenta en el horizonte.
El 6 de diciembre el gobernador de Tamaulipas, general César López de Lara, abandonó el gobierno y la capital Victoria con rumbo desconocido en abierta rebeldía contra Álvaro Obregón, presidente de la república, y en favor del ex ministro de hacienda Adolfo de la Huerta.
El cronista de Tampico Josué Picazo refiere que, tras estos hechos, el gobierno de Obregón nombró un gobernador provisional, recayendo el cargo en el general Benecio López, quien luego cede, el 1 de febrero de 1924, el poder a Pelayo Quintana.
Teniendo ambos su gobierno con sede en Tampico, para ser mas precisos, en donde está la Escuela Gabino Barreda.
Meses después, en noviembre de 1924, Gregorio Garza Salinas se autonombra gobernador y se instala por unos días en el hotel Bristol de Tampico.
Posteriormente es reconocido por el Congreso de la Unión.
Él alegaba que, tras la salida de López de Lara, a él le correspondía ser gobernador en su calidad de presidente del Congreso estatal.
Sobre esto último, José Antonio Cruz Álvarez, historiador del puerto, señala que fueron los partidarios de Emilio Portes Gil candidato electo a gobernador, los que crearon ese conflicto político y obligaron a Candelario Garza a dejar el poder.
POR. MARVIN OSIRIS HUERTA MÁRQUEZ
EXPRESO-LA RAZÓN