CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Desde que se pronosticó la llegada del frente frío 24 a Tamaulipas, reforzado con una masa de aire ártico qué dejó temperaturas extremas en todos los municipios, encendió las alertas entre los citricultores de la zona centro del estado, quienes temían por sus cultivos ante las bajas temperaturas.
Pero afortunadamente, tras evaluar las condiciones y después de este fuerte evento meteorológico, los productores confirmaron que los huertos no sufrieron daños significativos.
Sin embargo, destacaron que aún persiste la precaución ante posibles afectaciones futuras.
“En estos pasados fríos no se ve mucho daño de momento, solo el follaje nuevo dañado».
«En el caso de la fruta, por el momento no tanto, aunque tenemos que esperar para descartar resultados atrasados”, explicó Arturo Pérez, productor de cítricos de la región.
El naranjero tamaulipeco destacó que eventos climáticos de esta naturaleza siempre representan un riesgo para la producción, sin embargo, está vez no fue así, pues las condiciones no fueron propicias para que esto llegará a suceder.
En entrevista, explicó que temperaturas de -3 °C durante más de tres horas pueden ocasionar la pérdida total de la fruta y hasta daños irreparables en los árboles.
“Hay una preocupación por parte de los citricultores de esta zona tamaulipeca, pues las extremas bajas temperaturas traen consecuencias que afectan los bolsillos de los productores, ya sea por decisiones de venta anticipada o por posibles daños en los árboles y la fruta”, indicó.
Pérez recordó las heladas devastadoras de los años 80, cuando las temperaturas extremas arrasaron con las cosechas y los huertos.
En ese entonces, los productores recurrieron a técnicas como la quema de llantas para generar calor y proteger los cultivos, una medida que no siempre es eficaz.
“Tenemos experiencias tristes como las heladas de los 80, donde se dañó la fruta y los árboles. Esto sucede cuando la temperatura baja hasta -3 grados bajo cero por más de tres horas”, relató.
En cuanto a la cobertura de riesgos, Pérez mencionó que las huertas de mayor tamaño cuentan con seguros agrícolas, pero la mayoría de los pequeños productores dependen de los apoyos gubernamentales en caso de daños severos.
“Hay pocas huertas aseguradas; el resto solo espera algún plan de apoyo por parte de los gobiernos».
«Cuando las condiciones mencionadas se presentan, no se puede hacer mucho para minimizar el daño”.
Aunque el frío más reciente dejó únicamente daños menores en el follaje de los árboles, los productores seguirán atentos ante posibles afectaciones futuras, especialmente durante el invierno, cuando los riesgos de heladas severas son mayores.
Por Antonio H. Mandujano
Expreso-La Razón