Existen muchas maneras de cuidar a los árboles y plantas, en las grandes ciudades es común ver que el tronco de estos está pintado, pero ¿por qué se pintan a los árboles de blanco? Te contamos todo detrás de esta peculiar práctica.
¿Qué es y para qué sirve la pintura blanca de los troncos de los árboles?
Pintar los troncos de los árboles de color blanco es una práctica común en diversas regiones del mundo, especialmente en zonas rurales y áreas urbanas. Su origen se debe a medidas de protección agrícola, pero ha evolucionado con el tiempo para incluir a los propósitos ornamentales y la salud del mismo árbol.
Esta técnica tiene una función básica y es proteger el tronco de los árboles de factores ambientales negativos y de posibles plagas que puedan comprometer su desarrollo sano.
La pintura blanca, generalmente está hecha a base de cal o una mezcla especial que no tóxica, actúa como una barrera reflectante que protege el árbol de la radiación del sol. Esto es especialmente importante en climas cálidos o durante el invierno, cuando el sol fuerte en conjunto de temperaturas frías puede provocar grietas en el tronco debido al estrés térmico.
Estas grietas son conocidas como «grietas por heladas», debilitan la estructura del árbol y lo hacen más susceptible a enfermedades.
Además de la protección solar, la cal aplicada en el tronco tiene propiedades antisépticas que ayudan a prevenir infecciones de hongos y el desarrollo de microorganismos dañinos. Esto es especialmente valioso en áreas donde la humedad es alta y el riesgo de hongos es alto.
La “pintura” blanca también actúa como una barrera física contra algunos insectos que podrían escalar el tronco para depositar huevos o alimentarse del árbol.
En entornos agrícolas, la práctica tiene el beneficio adicional de facilitar la identificación de árboles enfermos o afectados por plagas, ya que el color blanco permite visualizar más fácilmente manchas, secreciones o daños en la corteza.
Además de todo lo anterior, tiene un componente preventivo al retrasar o inhibir el crecimiento de musgo que pueden retener humedad y ocasionar daños en el tronco.
A pesar de sus beneficios, la técnica debe aplicarse de manera adecuada. La elección de una pintura no tóxica y transpirable es esencial para no bloquear la respiración del árbol ni dañar su corteza. Por esta razón, muchas personas optan por mezclas a base de cal diluida en agua, una opción segura y efectiva.
¿Qué tipo de cal se utiliza para pintar los árboles?
Para pintar el tronco de los árboles generalmente se usa cal hidratada, también conocida como cal apagada o hidróxido de calcio. Este tipo de cal es la opción preferida porque, a diferencia de la cal activa, no es tan corrosiva ni dañina para la corteza de los árboles.
Al mezclarse con agua, se forma una pasta suave que se adhiere bien al tronco y ofrece una capa protectora sin afectar la respiración del árbol.
La cal hidratada tiene propiedades antisépticas, lo que ayuda a prevenir hongos, bacterias y la presencia de insectos. Además, su color blanco refleja la luz solar, protegiendo al tronco de las variaciones extremas de temperatura que pueden causar grietas.
Para preparar la mezcla, lo ideal es diluir la cal en agua hasta obtener una consistencia líquida pero espesa. Algunas personas añaden pegamento blanco o tierra de diatomeas para mejorar la adherencia y prolongar su efecto. Pero lo más importante es evitar la cal viva porque puede quemar el tronco y dañar el árbol en lugar de protegerlo.
CON INFORMACIÓN DE EXCÉLSIOR