De singular importancia la iniciativa enviada por doña Claudia este miércoles al Congreso de la Unión relacionada con la no repetición en cargos de elección popular. Rescata de esta forma el espíritu de la Constitución de 1917 en una de sus máximas. No pudo escoger mejor fecha ni mejor lugar para contener las ambiciones de políticos sin escrúpulos ni conciencia de lo que significó la lucha contra la dictadura porfirista y la vida de miles de mexicanos sacrificados en aras de un ideal.
Terminará el negocio de aquellos(as) que por años y felices sexenios vegetaban (todavía lo harán por un tiempo), a costa de los contribuyentes que no tuvieron más remedio que soportar esa perversa parte de la condición humana. La aprobación de dicha propuesta sin duda será un homenaje a la memoria del Apóstol de le Democracia Francisco I. Madero y a todos los próceres que aportaron su sangre para redactar la Carta Magna ahora violentada precisamente por el poder que debiera vigilar y obligar a su observancia y aplicación. Es la justificación plena para que la presidenta de la SCJN Norma Piña no haya sido invitada a la conmemoración del 108 aniversario de su promulgación en Querétaro, ahí donde Benito Juárez y la generación de la Reforma “le partieron la mandarina en gajos” a Maximiliano y a los traidores Miramón y Mejía.
El asunto es que ya no habrá reelección. Y de acuerdo con una segunda iniciativa presidencial también dejará de existir el nepotismo, esa fea costumbre que en buena medida contribuyó a la desmedida prostitución de la política mexica, tanto que hasta José López Portillo lo presumía con tal descaro y desfachatez que llegaba al cinismo. El nepotismo no es otra cosa que una monarquía disfrazada, de enorme daño para las instituciones republicanas.
Por supuesto todavía hay pendientes como la desaparición de los legisladores “pluris” que además de carga presupuestaria son innegable burla al ejercicio democrático y deje, también refugio de aventureros(as) premiados(as) por el corrupto neoliberalismo para seguir contando con su complicidad. Y ni modo que sea invento cuando es fácil comprobarlo con ejemplos a la vista del portador. Recordéis lo sucedido en torno de las reformas contrarias al interés nacional y al bienestar colectivo realizadas por PRIAN. Existe confianza entonces, de que dicha plaga sea eliminada cuanto antes y para siempre.
Respecto al discurso de La jefa Sheinbaum para la ocasión, no hay duda que fue lección de lealtad con la reiteración de la soberanía e independencia de México ante las amenazas intervencionistas del imperialismo voraz y salvaje que personificado por Trump trae al mundo de cabeza. Eso de la guerra comercial es apenas el asomo de un sistema dispuesto a todo con tal de solucionar los graves problemas que lo empujan hacia irreversible crisis producto de sus propias contradicciones.
SUCEDE QUE
Hay confianza en que la justicia atrape a los verdaderos culpables del desastre panista del sexenio anterior en Tamaulipas. ¡Ahora o nunca!
Y hasta la próxima.
POR MAX ÁVILA
