CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Cuando la esperanza parecía un desafío inmenso, la solidaridad de la gente hizo posible lo imposible. Marcos Daniel Morales Trujillo, el maestro de educación física que recibió un trasplante de hígado de emergencia, sigue en su lucha por la vida, pero hoy su familia tiene un motivo más para agradecer: gracias al apoyo de cientos de personas, se lograron reunir las más de 50 unidades de sangre que necesitaba para su recuperación.
“Gracias, de todo corazón, a cada persona que acudió a donar, tanto en Ciudad Victoria como en Monterrey. No hay palabras suficientes para expresar lo que sentimos”, compartió su familia con profundo agradecimiento. La respuesta fue abrumadora: amigos, exalumnos, compañeros de trabajo y hasta desconocidos se unieron en un solo propósito, demostrando que la bondad y la empatía son fuerzas imbatibles.
Marcos continúa su recuperación en el Hospital Universitario de Monterrey. Su evolución es lenta, pero estable y favorable, lo que llena de esperanza a sus seres queridos. Aunque el camino aún es largo, la fe y el amor de quienes lo rodean lo sostienen en cada paso.
“Mi papá merece vivir”, dijo su hija cuando pidió ayuda, y la comunidad respondió con un sí rotundo. Ahora, la familia de Marcos solo puede decir una cosa: gracias por hacer la diferencia, gracias por regalarle más oportunidades de vida.
Dios bendiga a cada persona que extendió su mano. Porque cuando nos unimos, los milagros suceden.
Por Raúl López García