Por diversas razones la aprehensión de los verdaderos responsables del desastre dejado por la administración panista se ve complicada y difícil, pero de hacerse realidad significará auténtico campanazo capaz de sacudir el proceso transformador que vive la república. Tamaulipas como ejemplo hasta internacional, que marcaría pautas en la aplicación de la justicia. Algo que insisto, es tarea pendiente en el ejecutivo federal cuando a partir del régimen de AMLO creímos que los ladrones y traidores serían llamados a cuentas ipso facto pero, ¡oh decepción!, siguen lanzando lodo convertidos ques-que en defensores de la democracia, la moral y la honradez. ¡Haga usted el recabrón favor!, Claro, habrá que esperar que doña Claudia valore el sentimiento de los mexicas que soportan el peso de la impunidad sin poder hacer nada por remediarlo.
Las numerosas carpetas de investigación abiertas para el efecto en nuestro estado como en ningún otro, denotan voluntad política para cumplir el mandato mayoritario. Por supuesto hay que integrarlas lo mejor posible para evitar que los presuntos delincuentes se burlen de la ley. Ya sabemos que cuentan con recursos que les permiten contratar a los despachos más caros que en este aspecto se las saben todas, máxime si en el poder judicial conservan las relaciones y complicidades a que da lugar la corrupción tantas veces denunciada.
El asunto es que Tamaulipas está en la oportunidad de dignificar las instituciones severamente dañadas por una generación conservadora cuyo objetivo no fue otro que utilizar el poder para fines inconfesables que mucho tuvieron que ver con la opacidad en el manejo de recursos públicos y concretar negocios acordes a la desmedida ambición y voracidad de los protagonistas. ¡No tuvieron llenadera y ni otra cosa más!.
Autoridades encargadas de sacar adelante la exigencia pública de justicia, se manejan con la discreción debida, como debe ser, pero las especulaciones aumentan y aunque nombres van y vienen, sabemos que los probables infractores están identificados y con suficiente culpa para merecer encierro. De manera que voluntad política existe, solo faltaría el último eslabón para que no escapen aquellos (as) que están en la memoria ciudadana. ¡Sobre ellos(as) que la porra de sol está lista pa’ aplaudir!.
Por otra parte, el activismo de Olga Sosa Ruiz es grosero e irrespetuoso, además muestra la indisciplina característica de la senadora que parece no detenerse ante nada por alcanzar propósitos futuristas. Ni como negar que realiza abierta y madrugadora campaña suponiendo que es la indicada para escribir el siguiente capítulo en la historia de Tamaulipas. Ahora mismo piratea el trabajo de sus compañeros(as) que no ayuda a realizar, pero bien que lo aprovecha para fines publicitarios sin que se le conozcan méritos ya que sigue siendo inédita en la cámara alta. Y ni modo que sea invento.
Olga está aceleradísima, tanto que perdió el sentido de la proporción, cree que ha de contar con el respaldo de la dirigente morenista Luisa María Alcalde, incluso de Doña Claudia, pero ojo que podría resultar todo lo contrario porque estas damas lo menos que soportan es la simulación e hipocresía. Hay que hacer entender a la legisladora que su perfil no corresponde a los mandamientos de la 4T. Así está comprobado.
SUCEDE QUE
Si son inteligentes se entregan; perdonarlos, ¡jamás!. La ley es la ley.
Y hasta la próxima.
POR MAX ÁVILA