Hizo bien la presidenta municipal de Tampico, Mónica Villarreal Anaya, en remover a Amalia Ávalos de la dirección del Instituto de la Mujer, uno de los primeros organismos creados en el estado para promover la igualdad, y la participación de las mujeres, y sobre todo, para protegerlas de la violencia de género.
Los problemas para la ahora ex titular del Instituto empezaron muy pronto, desde que asumió el cargo sin entender a dónde había llegado.
En repetidas ocasiones defendió una postura -por lo menos- polémica sobre la violencia de género, que iba en contra de los conceptos, y las corrientes de pensamiento que han promovido las colectivas y que además han sido bien adoptadas por estos institutos.
Palabras más o menos, Ávalos minimizó en más de una ocasión las condiciones de peligro que viven las mujeres por el hecho de ser mujeres.
“La agresión en la actualidad no es de género”, dijo recientemente en una declaración que desató la indignación de las organizaciones feministas.
A pesar de la polémica y de las múltiples voces que le hicieron ver lo errado de su apreciación para alguien que debería ponerse al frente de la defensa de las mujeres, tras ser cuestionada por el sentido de sus palabras, apretó el acelerador: “Realmente la agresión en la actualidad no es de género, no son las mujeres solamente, no son los hombres, somos todos”.
Remató con una frase en la que evidenció, una vez más, su falta de preparación para ocupar el cargo en el que fue designada: “Nosotros aquí tratamos a las mujeres por igual, y de igual manera si llega un hombre hay que darle también la atención porque a final de cuentas la violencia no tiene género”.
La discusión sobre el pensamiento de la Directora del Instituto de la Mujer en Tampico se dio a unos días del 8 de marzo, y las colectivas feministas del sur -quizás las más estructuradas y más activas del estado- exigieron su separación.
En un gesto poco común entre quienes gobiernan, la reacción de la presidenta municipal fue casi instantánea, y ayer confirmó que Amalia Avalos, quien fuera candidata de Movimiento Ciudadano en la elección por la alcaldía de Tampico, fue removida y será instalada en otra posición de su administración.
(Hay que esperar que en esta ocasión sea en una posición para la cual sí esté capacitada).
Otra buena noticia, Mónica Villarreal aseguró que tomará en cuenta la opinión de las activistas del puerto para nombrar a quien a partir de ahora dirigirá el Instituto de la Mujer.
“Quiero invitar a los colectivos de mujeres que si tienen un currículum que tenga las características que necesitamos, esa visión perfectamente establecida de cual es el lineamiento de estar a favor del desarrollo de la mujer y de un empoderamiento real. Que sean tan amables de ayudarnos a encontrar esa persona idónea”.
Las colectivas, participativas como son, seguramente aprovecharán esta convocatoria y vigilarán que en efecto se tomen en cuenta sus opiniones para que el desenlace de esta historia termine siendo positivo.
La moraleja en el Palacio Municipal está muy clara: es buen momento de revisar la designación de quienes ocupan las áreas más importantes para la administración.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES
