CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- “Ya estamos cansados de esperar y esperar y no recibir nuestro pago desde hace más de 40 años”, sentencia Juan Pascual Castillo García, uno de los ejidatarios del Ejido 7 de Noviembre, mientras firme junto a sus compañeros afectados, bloquearon desde la mañana del viernes 7 de marzo, la vieja carretera a Tula, a la altura del kilómetro 10, al poniente de la ciudad.
El cierre, responde a una lucha que ha durado más de cuatro décadas, según los testimonios de quienes urgieron la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo y a la Secretaría de Comunicación y Transporte (SCT), ante los representantes medios de comunicación, el saldar el adeudo qué a estas fechas asciende a millones de pesos.
Los manifestantes exigen el pago de tierras expropiadas para la construcción de infraestructura pública y privada, incluyendo la propia carretera, de la que aún no han recibido compensación alguna.
“Desde el 2011 tenemos expedientes, en 2019 ya nos dieron resolución positiva y estaban en proceso de ejecución de pago».
«Llevamos años esperando y todavía no se nos ha concedido ese pago”, expresó indignado Castillo García.
Las demandas de los ejidatarios incluyen la falta de pago por parte de entes gubernamentales y empresas privadas como TELMEX y el Lienzo Charro de Tamatán.
Y aunque cuatro casos han pasado por tribunales, solo la mitad han sido resueltos a favor de los ejidatarios, sin que hasta la fecha se haya concretado el pago.
“Es una injusticia por parte del gobierno federal. Aquí la mayoría ya somos adultos mayores, de 70 años para arriba, y todavía estamos en esta situación”, añadió Lidegaria García Cervantes, otra de las afectadas.
El expediente más antiguo y urgente es el de la expropiación de la carretera, cuyo pago fue autorizado hace tres años por un monto de 2.7 millones de pesos, sin embargo, el dinero no ha llegado a los 24 ejidatarios afectados, quienes denuncian que la SCT, ha evadido su responsabilidad con amparos y revisiones interminables.
“La carretera está dentro de las 350 hectáreas del terreno de uso común del ejido.
¿Por qué no se ha puesto atención? ¿Dónde está la voluntad?”.
Los ejidatarios aseguran que han agotado todas las instancias legales y administrativas sin obtener una solución.
Ante la falta de respuesta, decidieron cerrar la carretera como última medida de presión y advirtieron que el bloqueo se mantendrá de manera indefinida hasta que las autoridades den una solución real y tangible.
“No queremos pleitos, queremos justicia. No estamos pidiendo limosna, estamos exigiendo lo que nos corresponde; ya no podemos esperar más”, finalizó Castillo García.
Por Antonio H. Mandujano
Expreso-La Razón