TAMAULIPAS, MÉXICO.- Cada año, un espectáculo natural de gran belleza se despliega en los cielos de Tamaulipas: la migración de la mariposa monarca.
Este estado, por su ubicación estratégica, es la gran puerta de entrada de estos frágiles pero resilientes viajeros en su trayecto hacia los santuarios invernales de México, así lo sugirieron especialistas en el tema dentro del marco del “1er Foro para la Conservación de la Mariposa Monarca y los Polinizadores”, que se realizó en noviembre del 2024 en el Museo de Historia Natural de Tamaulipas (Tamux) de Ciudad Victoria.
Y de haber pasado un crítico año (2023) donde por la sequía meteorológica azotó a la Entidad por casi 8 años consecutivos, después de junio del 2024 todo cambió, pues la tormenta Alberto y los demás eventos ciclónicos qué le prosiguieron, acabaron con esta problemática y generaron un mejor ecosistema para el paso de este emblemático insecto.
En los últimos datos publicados por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) se detalla que en la temporada 2024-2025, la cantidad de mariposas que cruzaron el noreste del país, donde Tamaulipas fue testigo como es que casi se duplicó la cantidad de mariposas en comparación con el 2023, reflejando la recuperación de la especie tras años de declive.
El pasado 6 de marzo, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF México) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas anunciaron que la superficie de bosque ocupada por las mariposas en México aumentó un 99% con respecto a la temporada anterior, alcanzando las 1.79 hectáreas en ocho colonias de hibernación comparadas con las 0.90 hectáreas del 2023.
Dicho repunte ha sido recibido con esperanza por científicos y conservacionistas, quienes atribuyen la mejora a condiciones climáticas más favorables y a esfuerzos de conservación en toda la ruta migratoria.
Sin embargo, las amenazas persisten.
La disminución de algodoncillos (planta esencial para la reproducción de la monarca), el cambio de uso de suelo y los efectos del cambio climático siguen poniendo en riesgo a esta especie.
Fue en la temporada 2023-2024, cuando la superficie ocupada por las mariposas cayó a 0.9 hectáreas, la segunda más baja en los últimos 30 años, lo que encendió las alarmas sobre su supervivencia a largo plazo.
Mientras tanto, Tamaulipas juega un papel clave en este fenómeno migratorio.
Y es que su geografía y biodiversidad ofrecen refugio y alimento a las monarcas antes de su llegada a los bosques de Michoacán y el Estado de México.
Consciente de ello, en 2024 se puso en marcha un programa de monitoreo en el Altiplano y parte de la Huasteca, con una inversión sin precedentes por parte del gobierno del Estado, que encabeza Américo Villarreal Anaya.
A través de este proyecto, se otorgó un beneficio de 9 mil pesos mensuales en 30 comunidades de dichas regiones para apoyar el seguimiento de la especie.
De acuerdo con la Comisión de Parques y Biodiversidad de Tamaulipas (CPBT) y en colaboración con PRONATURA, los municipios encargados de monitorear y registrar el paso de la mariposa monarca son Jaumave, Miquihuana, Bustamante, Palmillas, Tula, Ocampo, Nuevo Morelos y Antiguo Morelos.
Este esfuerzo sin precedentes marca un hito en la conservación de la monarca en Tamaulipas y refuerza la importancia del estado como una de las rutas migratorias más importantes de esta especie.
El llamado es claro: gobiernos, organizaciones civiles y la sociedad en general deben redoblar esfuerzos para proteger a la monarca y asegurar que Tamaulipas siga siendo el gran portal que las recibe cada año en su travesía hacia la esperanza.
Por. Antonio H. Mandujano