TAMPICO, TAMAULIPAS.- Un día lleno de aprendizaje y diversión vivieron los niños y niñas de la Casa Hogar del Sistema DIF Tampico, al participar en una actividad especial organizada por el Cuerpo de Bomberos.
El evento «Bomberos por un Día», permitió a los menores conocer de cerca el trabajo heroico de los bomberos y experimentar de primera mano algunas de las actividades que desarrollan en su día a día.
Estuvo presente Luz Adriana Villarreal Anaya, Presidenta del Sistema DIF Tampico, y Yamile Santamaría Torres, responsable de la Casa Hogar, quienes acompañaron a los pequeños.
Fueron recibidos por Héctor Guzmán, Comandante de Bomberos, quien les dio un recorrido completo por las instalaciones.
Durante la visita, los menores pudieron explorar las distintas áreas del cuartel y conocer los equipos especializados que utilizan los bomberos en situaciones de emergencia.
«Esto es parte del trabajo que realizamos en el Cuerpo de Bomberos, es un gusto recibirlos bienvenidos Bomberos», señaló Héctor Guzmán.
Uno de los momentos más emocionantes fue cuando los niños tuvieron la oportunidad de descender por el tradicional tubo de emergencia, una experiencia que les permitió vivir la sensación de rapidez y agilidad de los bomberos durante una intervención.
La doctora Villarreal Anaya, por su parte, subrayó el compromiso del DIF en ofrecer a los niños y niñas de la Casa Hogar experiencias que enriquezcan su desarrollo y les permitan aprender sobre diversas profesiones y valores.
«Los pequeños hoy son Bomberos por un día, es un amplio aprendizaje para ellos, conocer qué hace la corporación, cómo trabaja, cómo son las unidades y todo lo relacionado con esta importante dependencia. Muchas gracias por recibirnos y por interesarse en el desarrollo de nuestros menores de Casa Hogar».
Cabe señalar que, los menores no sólo vivieron una jornada divertida, sino que también reforzaron su conocimiento sobre la importancia de la empatía, el trabajo en equipo y el valor de ayudar a los demás, principios fundamentales en la labor de los bomberos.
Por. Javier Cortés