El convertirnos en adultos siempre está cargado de nuevas responsabilidades, especialmente en el hogar, donde se vuelve fundamental el saber cómo mantener el orden en todos lados y con un enfoque particular en la cocina, donde un mínimo error nos puede llevar a tener que tirar alimentos echados a perder, incluso aquellos a los que no les prestamos atención como es el caso de los huevos.
Pues este alimento -que es perfecto en omelette o revuelto para los desayunos, para capear o preparar unos huevos ahogados para la tarde o simplemente cocidos sobre un pan tostado con aguacate para la cena- nos acompaña todo el tiempo y su importancia es tanta que debemos saber cómo elegirlos y además cómo guardarlos para conservarlos por más tiempo. Y es que mientras algunas familias prefieren tenerlos en un lugar fresco, otros los guardan en el refrigerador.
En medio de este interminable debate la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) dio la respuesta definitiva sobre cuál es el mejor lugar de la cocina para almacenar los huevos de gallina, ayudando así a que se conserven a la temperatura idónea que los hará durar por más tiempo y en efecto, se trata del refrigerador. Cabe destacar que aunque muchos modelos de refrigeradores tienen apartados especiales en las puertas para colocar la forma de este alimento y que no ruede ni se rompa tan fácil, lo cierto es que éste es el peor lugar para almacenarlos.
La razón de ello, explica la Profeco, es que esta parte del «refri» no mantiene una temperatura tan fresca ni constante, además que cada que abrimos la puerta de la nevera este alimento deja de estar en contacto con la parte más fresca. Y si bien es cierto que en los mercados, supermercados y demás tiendas se tienen los cartones de huevo a temperatura ambiente, lo ideal es que una vez que estén en casa, se refrigeren.
¿Cuál es el mejor lugar para guardar los huevos?
La Profeco explica en un nuevo manual que lo ideal para guardar los huevos es hacerlos en un espacio en el que la temperatura esté fría y estable, es decir, el refrigerador, pero lo más importante es lo último que menciona la dependencia, ya que el no variarle la temperatura es lo que ayudará a que se mantengan en buen estado. Es por ello que señalan que nunca se deben de guardar en la puerta, que es donde la temperatura resulta todavía más variable.
Por otro lado, explican que los huevos siempre se deben de dejar en su empaque, esto con el único fin de que su olor no se transmita a otros alimentos o embaces; además que si no podemos dejarlos directamente en las cajas de plástico o cartón en las que vienen, hay que alejarlos de otros productos dentro del refrigerador.
Finalmente, los expertos de la dependencia señalan que por nada del mundo debemos de lavar los huevos antes de refrigerarlos, ya que se sabe que el cascarón es una barrera de protección que impide que bacterias como la Salmonella lleguen a la clara o yema del alimento. Aunque otros profesionales prefieren recomendar nunca lavarlos, la Profeco señala que un buen momento para lavarlos es justo antes de la preparación, pero invitan también a cuidar los siguientes pasos:
Lavarse las manos siempre que toquemos un huevo, pues éstos pueden traer algunos patógenos que afecten nuestra salud.
A la hora de cocinar es de vital importancia lavar y desinfectar los utensilios de cocina que se usar para preparar el alimento.
Si limpias los rastros de huevo crudo con un trapo, también tendrás que lavar esta herramienta para así evitar una contaminación cruzada.
¿Cómo se eligen los huevos?
Los huevos siempre son un básico en la cocina y a diferencia de otros alimentos como las frutas o verduras, no los seleccionamos uno a uno cuidando que estén maduros o a los que les falten días para madurar y así tenerlos como reserva; en cambio sólo llegamos al súper y agarramos una caja de cartón o plástico, siempre echando un breve vistazo a que ninguno esté estrellado. Sin embargo, algo que pocas personas saben es que también hay que elegirlos para asegurar que estén perfectos y que vayan a durar tras llevárnoslos a casa.
Lo anterior no significa que vamos a ir uno a uno o a abrir los empaques que ya se tienen listos, pero sí hay que prestar atención a algunos detalles que nos serán vitales para conocer si merece la pena comprarlos o no. Sobre ello expertos de la Profeco detallan que siempre debemos elegirlos siguiendo algunos pasos de verificación:
Cáscara intacta y limpia
Si usas huevos caducados o con la fecha de consumo preferente ya vencida, asegúrate que la cáscara no interactúe con la clara o yema, pues el cascarón puede tener patógenos que ingresen al alimento.
Si los huevos cuelen mal una vez que se abrieron o rompieron, evita su consumo ya que podrían estar contaminados.
CON INFORMACIÓN DE EL HERALDO DE MÉXICO