A poco más de tres años de iniciada la actual administración estatal, ya puede afirmarse que se ha consolidado una clara tendencia de reducción de los delitos de más alto impacto, particularmente el homicidio doloso.
En estos tiempos de guerra mediática, vale la pena recurrir a las cifras para conocer la verdad.
Más allá de los estigmas que todavía carga Tamaulipas por lo ocurrido en el pasado -sobre todo en el pasó de la década del 2000 al 2010-, las estadísticas oficiales evidencian que a partir del 2022, se ha reducido la violencia en el estado.
Que nadie se confunda: es obvio que hay regiones del estado donde la inseguridad sigue latente y se debe trabajar mucho para resolver esa problemática, pero los números son fríos y Tamaulipas sufre hoy muchos menos asesinatos que los que padecía mensualmente no hace tanto, en el 2018 por ejemplo.
A pesar de los lugares comunes y de la desafortunada percepción generalizada en el resto del país, de acuerdo al reporte del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en territorio tamaulipeco se cometen menos homicidios que en cualquier otra entidad fronteriza.
También tiene menor incidencia de asesinatos que sus vecinos inmediatos: Nuevo León, Veracruz y San Luis Potosí.
Y ni hablar de otros estados del centro del país como Guanajuato, donde se cometieron 273 y 272 homicidios dolosos durante enero y febrero respectivamente, mientras que en Tamaulipas fueron 20 y 24 en los mismos meses.
Pero acaso lo más relevante en las estadísticas del SENSP sea la tendencia a la baja que se ha presentado en el estado en los últimos años.
De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la reducción se ha acentuado a partir de 2023 -el primer año completo del gobierno de Américo Villarreal- y se mantiene en lo que va de 2025.
El homicidio doloso ha registrado una disminución significativa: en 2016 se contabilizaron 594 casos, cifra que aumentó en 2017 y 2018 con 799 y 851 homicidios, respectivamente alcanzando un pico.
Todavía en 2020 y 2021 las cifras estaban por arriba de los 500 casos.
Pero ya en 2022 se redujo a 382, y en 2023, la cifra bajó a 365, mientras que en 2024 se registraron 331 homicidios. La buena noticia es que en los primeros meses de 2025, la tendencia continúa a la baja.
Otro de los delitos que ha mostrado una reducción pronunciada es el secuestro. En 2016 se reportaron 155 casos, cifra que se mantuvo alta en 2017 con 140 y en 2018 con 109, números altísimos si se comparan con los 18 del 2022, los 17 del 2023 o los 19 del 2024.
En lo que va de 2025, los registros de secuestro han sido mínimos: solo un caso en enero y ninguno en febrero.
Las cifras no mienten, y aunque decirlo pueda resultar muy impopular, odioso incluso: Tamaulipas hoy es más seguro.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES
