CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- La sequía sigue dejando su huella en Tamaulipas, y los ríos que recorren el estado lo reflejan con sus bajos caudales.
Hoy día, los caudales cuentan con muy poca agua derivado de la falta de lluvias que se ha registrado desde octubre hasta este mes de marzo, situación, que es totalmente normal en estas fechas.
Como primer ejemplo, está el Purificación, que alimenta a la presa Vicente Guerrero, el cual apenas registra un gasto de un metro cúbico por segundo.
Mientras que el San Fernando ronda los 3 o 4 metros cúbicos por segundo y desemboca a la Laguna Madre, cifras que, aunque modestas, son suficientes para mantener el abasto en las redes domésticas de los tamaulipecos.
Raúl Quiroga Álvarez, secretario de Recursos Hidráulicos para el Desarrollo del Estado, reconoció que la situación es propia de esta temporada, descartando así riesgos para el suministro de agua potable en el corto plazo.
De igual manera explicó que el centro y sur de la Entidad, cuentan con suficiente recurso hidrico tanto para uso agrícola como para consumo humano, sin embargo el norte es donde la problemática continúa aguda desde hace varios años.
“Estamos bien en el centro y sur, no nos preocupa el tema para la disponibilidad de agua de la gente”, aseguró.
Las presas, el factor clave
Las presas internacionales, que abastecen principalmente al norte del estado, mantienen un nivel suficiente para cubrir la demanda de las ciudades fronterizas y del Distrito de Riego 025 y aunque no están en su mejor momento, los volúmenes actuales permiten completar el suministro sin mayores complicaciones.
“En el norte, en las ciudades no tenemos problema, pero apenas completamos con el volumen que tenemos en las presas internacionales”, explicó Quiroga Álvarez.
Por otro lado, en el sur, el sistema lagunario se encuentra en su nivel más alto de la historia, gracias a los remanentes de la tormenta tropical Andrés, lo que brinda un respiro a la región, aseguró el funcionario estatal.
Esperando la temporada de lluvias
Si bien los niveles actuales de agua no generan una alarma inmediata, el panorama podría cambiar si las lluvias no llegan a tiempo.
La esperanza está puesta en la segunda quincena de mayo y el mes de junio, cuando comienza la temporada de huracanes y tormentas tropicales en el Océano Atlántico y el Pacífico.
“Esto no nos debe asustar, es normal en estas temporadas del año”, subrayó el funcionario, confiando en que las precipitaciones traerán el alivio que los ríos y presas necesitan.
En el caso de Ciudad Victoria, donde las fuentes de abastecimiento adicionales están en niveles críticos, se ha tenido que recurrir a tandeos y distribución en pipas.
Sin embargo, Quiroga Álvarez aseguró que no se trata de una crisis, sino de medidas preventivas para garantizar el suministro equitativo.
Por ahora, Tamaulipas enfrenta la temporada de estiaje con los recursos justos, pero con la certeza de que el agua para consumo humano está asegurada.
POR Antonio H. Mandujano