2 junio, 2025

2 junio, 2025

Tres mujeres por la candidatura

CATALEJOS / MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES

Faltan poco más de 30 meses para que inicie el proceso electoral 2027-2028 que definirá a la nueva gobernadora o gobernador de Tamaulipas.
Es el típico momento para decir que falta mucho tiempo, pero también, que el periodo que resta avanzará cada vez más rápido.
A estas alturas, con muchas variables todavía por resolverse, hay más dudas que certezas; acaso una de las pocas sea que el oficialismo avanza hacia esa cita prácticamente sin rival.
Los triunfos de las últimas elecciones, han fortalecido la figura del gobernador Américo Villarreal y lo sitúan en un escenario propicio para operar una sucesión tersa.
Por el contrario, la oposición luce cada día más desvencijada. Sin una oferta política que ponga en riesgo la hegemonía de Morena, y lo más grave, sin una figura que despierte entusiasmo entre quienes se reconocen en la vereda opuesta a la Cuarta Transformación.
En ese contexto, el tiempo juega un papel fundamental.
La última elección presidencial demostró que no se pueden construir candidatos atractivos al cuarto para las doce. El caso de Xóchitl Gálvez lo dejó muy claro, como antes en Tamaulipas ya se había adivinado con la derrota del “Truko” Verástegui.
Ambos personajes compartían la característica de figurar como “simpáticos” en los análisis de los gurúes electorales, pero al final de cuentas, padecieron la inocultable falta de sustancia.
El elector no es tonto, aunque así lo piensen muchos estrategas políticos.
Hoy, en marzo del 2025, no hay señales de que del PRI, el PAN o Movimiento Ciudadano vaya a surgir una figura que en un par de años se sitúe como una opción viable y atractiva para la ciudadanía.
Ahí está la gran tragedia de la oposición y la ventaja que atesora Morena.
Su hegemonía le permite contar con una baraja de mujeres que pueden apostar por la gubernatura y que, aunque no lo van a aceptar en el corto plazo, en los hechos ya lo están haciendo.
Despuntan tres en particular: dos con más camino andado, y una que tiene todavía varios retos por superar.
Quizás quien primero envió señales de su hipotético futuro político fue la senadora Olga Sosa, quien a su llegada a la Secretaría del Trabajo, entendió rápido que sin ser la posición más cotizada del gabinete ni mucho menos, ésta le permitía ponerse los tenis para ir de norte a sur, por cualquiera de los 43 municipios.
Así lo hizo y las encuestas la situaron como una de las secretarias más reconocidas de la actual administración.
Ya en el Senado, ha seguido la misma fórmula que seguramente no abandonará hasta que en un par de años, la situación se ponga más seria y comience una competencia al interior de la 4T, donde ha tejido alianzas con diferentes liderazgos regionales, mucho más allá de la zona conurbada donde es ampliamente conocida.
La inédita visita a Nuevo Laredo del Poder Legislativo puso los reflectores sobre ese municipio, y claro, sobre su presidenta, Carmen Lilia Canturosas.
En su segundo periodo al frente de la ciudad con el mayor movimiento de comercio internacional del país, y por ende la de mayor presupuesto en Tamaulipas, la alcaldesa entiende la posición que ocupa y las puertas que se le pueden abrir.
Su gran reto: llevar su imagen al resto del estado, sobre todo a los rincones más lejanos de Nuevo Laredo.
De cara a lo que viene, su equipo estará pensando qué decisión tomar en el 2027 cuando terminará su periodo en el Ayuntamiento y podría optar por otro cargo de elección popular solo por unos meses para después meterse de lleno en el proceso de la gubernatura, o bien, esperar los tiempos y tener la libertad total de recorrer la entidad.
La tercera opción que se vislumbra en el horizonte es todavía mucho más incierta y por lo tanto, seguramente desatará polémica.
Tania Contreras López, la consejera jurídica del gobierno de Tamaulipas, será
a partir de octubre la presidenta del Supremo Tribunal de Justicia del Estado -si no hay sorpresas, va a ser la candidata más votada en la elección judicial del 1 de junio- y eso la va a posicionar en los reflectores de la vida pública estatal.
Vendrá, claro, un debate sobre la conveniencia de que una magistrada pudiera participar en una elección para el Ejecutivo, pero la posibilidad ahí está.
¿Hay más personajes que en el futuro pudieran sumarse a esta competencia? seguro. Considerando la debilidad de la oposición, parece claro que el proceso interno de Morena se convertirá -como ocurrió en la presidencial de Claudia- en el proceso de selección de la próxima gobernadora.
Por ello, la lucha por esa candidatura será áspera. De eso no hay duda.

POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES

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