CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Erika Camacho, una de las sobrevivientes del trágico accidente ocurrido en Santiago, Nuevo León, que cobró la vida de 12 de sus familiares —incluidos sus dos hijos y su esposo—, fue trasladada a un hospital en Laredo, Texas, para recibir atención médica debido a quemaduras de segundo grado.
Las heridas de Erika fueron producto de su intento por proteger el cuerpo sin vida de uno de sus hijos durante la explosión de la camioneta en la que viajaban.
El traslado fue coordinado por el Centro Regulador de Urgencias Médicas de Tamaulipas, con el apoyo de un paramédico y un intensivista de Ciudad Victoria.
La administración estatal se comprometió a brindar asistencia integral a las familias afectadas por esta tragedia.
El trayecto comenzó en Nuevo León, pasando por Nuevo Laredo, y concluyó en Laredo, Texas.
El 23 de marzo de este año, la familia Martínez Quintanilla viajó a Nuevo León y, tras rentar una camioneta, se dirigieron al municipio de Santiago para disfrutar del paraje de Cola de Caballo. Sin embargo, en el kilómetro 14, la camioneta cayó en un profundo barranco, con 16 integrantes de la familia, incluidos abuelos, padres, esposas y niños.
El impacto hizo estallar la unidad motriz, convirtiendo lo que debía ser un momento de alegría en un verdadero infierno.
En medio del intenso calor y el fuerte olor a gasolina, Erika fue testigo de cómo su esposo, a pesar de sus propias heridas, se levantó con fuerza para rescatar el cuerpo de su otro hijo de la camioneta, que ya se encontraba envuelta en llamas. Ambos intentaban salvar a sus hijos del fuego.
Erika vio cómo su esposo logró sacar al menor, ya desfallecido, y alejarlo de la zona de peligro.
Las investigaciones preliminares sugieren que una falla mecánica en la camioneta rentada fue la causa del trágico accidente.
Mientras Erika lucha por su recuperación, amigos y compañeros de escuela de los familiares fallecidos despidieron a las víctimas en ceremonias llenas de emoción.
Por Alfredo Peña
Expreso – La Razón